Inteligencia artificial versus inteligencia natural
Por Alejandro Espinosa-Patrón
Espinosa.alejandro@gmail.com
«Ahora será más difícil, porque es más fácil plagiar. Pero esa es prácticamente la única contribución a la educación que se me ocurre». Los sistemas tipo ChatGPT «pueden tener algún valor», pero «no está claro para qué». (Chomsky, entrevista en Open Culture)
La inteligencia artificial ha servido de puente para que el hombre pueda resolver problemas complejos rápidamente, sin importarle el cómo se hizo y por qué se hizo de esa forma y no de la acostumbrada, pues lo que sí interesa son los resultados en un mundo convulsionado por la guerra y el estrés.
En ese sentido, vemos aplicada la IA en la fabricación de robots que nos ayudan a lavar la casa, llevarle la comida a las personas, barrer, responder las llamadas, en fin, es una herramienta que le está haciendo la vida al hombre más simple y le está permitiendo ahorrar tiempo para otras actividades que quizás no las pueda realizar a tiempo. A estos los llaman robots humanoides, pues intentan pensar como nosotros.
También vemos la IA en la medicina, las empresas, finanzas, banca, Medios de comunicación, redes sociales, reportes científicos, artículos, la guerra, en la logística, en los restaurantes modernos, súper mercados, pues permiten que se hagan diagnósticos rápidos que les podría servir a los expertos en sus decisiones profesionales.
Sam Altman, (2025) inspirador de la teoría de la inteligencia artificial plantea en una entrevista para el portal Computer hoy, que ChatGPT no está tan lejos de la realidad, pues las máquinas llegarán a los hogares antes de lo esperado. Los robots humanoides se van a encargar de tareas que antes estaban destinadas a millones de empleados. Por supuesto, esto traerá consecuencias negativas porque la gente le tocará quedarse en las casas para realizar otro tipo de actividades. ¿Cuáles?
Por otro lado, a los docentes les preocupa que las tareas escolares las realice Chatgpt, Gemini, Copilot, Google, Dall-E, Gpt 3, Bing, Claude y Gpt 4 porque el porcentaje es muy alto en copia, pues los estudiantes pueden explotar estos motores de búsqueda para realizar videos, presentaciones, imágenes, audios, etc. En fin, ellos hacen de todo. ¿Por tanto, ante este horizonte a quién le pone la calificación el docente, al estudiante o al programa? Sin embargo, para mostrarle al alumno que lo obtuvo de IA hay que decirles que cada programa maneja una estructura para responder las preguntas. La arquitectura de las respuestas comienza con una introducción general, características, definición y un resumen del tema. Esa aclaración les evitaría presentar los textos con la característica de copia y pega. La otra, enseñarles el manejo de las normas APA para que puedan establecer y entender el valor de la intertextualidad, manejo de citas directas, indirectas, entre otras.
Ante este hecho, Chomsky (2023) plantea en el portal Open Culture que los motores de búsqueda son un plagio de alta tecnología, y son una forma de evitar el verdadero aprendizaje para los estudiantes. Además, enfatiza en la parte moral, pues en ellos no se refleja el sentir humano. Claro, ¿qué pueden aprender los jóvenes hoy si todo lo tienen resuelto?

Además, Christophe Deloire (2023) expresa que
la inteligencia artificial es otra de las amenazas para la prensa, y «ha sacudido el frágil mundo de los medios, pues la diferencia entre lo verdadero y lo falso, lo real y lo artificial, los hechos y los artefactos se difumina, poniendo en peligro el derecho a la información «. (https://shorturl.at/pK7Rl)
Estos planteamientos dejan entrever la fragilidad de los sistemas educativos pues si vamos a graduar a estudiantes que repitan como loros todo lo que dicen los motores de búsqueda sin el pensamiento crítico, que sean sujetos reflexivos, los actantes de esta generación no podrán tomar decisiones complejas.
Pero, dónde está quedando la inteligencia natural, la que fue a la luna durante seis misiones, dejando una experiencia notoria, pues el hombre trajo muestras del satélite natural para estudiar su estructura, por ejemplo.
La diferencia clara entre los robots, aunque intenten hacerlos iguales a los humanos, nunca podrán desarrollar una sensibilidad capaz de evitar, por ejemplo, la opresión, la guerra y la violencia, eso es cuestión humana. Los expertos han desarrollado robots que intentan conocer y aplicar lo que ellos llaman la teoría de la mente, pero no habrá, creo, robots que puedan expresar amor, comprensión hacia un niño o anciana, pues ellos con solo sonreír establecen la diferencia como seres cósmicos, propios del universo que los envuelve con su estructura natural.
Lo que sí queda claro, con los avances de la inteligencia artificial, cómo los robots en un futuro cercano pasearán por las calles y parques de las urbes, los perritos, naturales, por cierto, y recogerán el “popó” de ellos. Creo que Elon Musk y Altman deben estar pensando en esa idea para resolverles el problema a la humanidad, y evitar, de esa forma, tanta insalubridad en las ciudades por la contaminación que dejan los animales.