El polémico criminal sueco, protagonista del atraco que dio origen a uno de los fenómenos psicológicos más estudiados, falleció a los 78 años dejando tras de sí una vida entre rejas, controversias y leyenda.
Murió Clark Olofsson, el delincuente sueco que se convirtió en una figura internacional tras protagonizar uno de los secuestros más insólitos de la historia criminal europea. Su participación en el llamado “drama de Norrmalmstorg”, en Estocolmo, dio lugar al término síndrome de Estocolmo, un fenómeno psicológico que ha sido objeto de estudio durante décadas.
Nacido en 1947, Clark Oderth Olofsson fue condenado por primera vez en 1966, iniciando una larga carrera delictiva que incluyó intento de asesinato, atracos a mano armada, tráfico de drogas y violencia. Pero su salto a la notoriedad internacional ocurrió en 1973, cuando el asaltante Jan Erik Olsson exigió su presencia durante un secuestro bancario. En vez de ayudar a resolver el conflicto, Olofsson se unió a Olsson y pasó seis días junto a él y los rehenes dentro de una bóveda.
Durante el encierro, se desarrolló un vínculo emocional entre los secuestradores y sus víctimas. Los rehenes llegaron a defender a sus captores, rechazaron colaborar con la policía y, tras el rescate, incluso visitaron a Olofsson en prisión. El criminólogo Nils Bejerot acuñó entonces el término síndrome de Estocolmo, para describir este vínculo paradójico entre víctimas y victimarios.
Aunque se esperaba que este episodio marcara un cambio en su vida, Olofsson continuó delinquiendo por décadas. Estuvo preso en múltiples países europeos y en los años noventa renunció a su nacionalidad sueca para adoptar la ciudadanía belga, aunque terminó regresando a Suecia. En sus últimos años vivió en libertad, pero su historia permaneció ligada al crimen y al fenómeno que lo inmortalizó.
Su vida ha sido fuente de inspiración para obras literarias, películas y recientemente la serie de Netflix «Clark», que retrata sus múltiples facetas, desde la violencia hasta su innegable carisma. El impacto del caso Norrmalmstorg traspasó las fronteras y continúa siendo un referente en estudios sobre trauma, violencia psicológica y manipulación emocional.
Clark Olofsson falleció a los 78 años en un hospital sueco. Su legado, aunque polémico, permanece en la intersección entre criminología, psicología y cultura popular. Su muerte marca el final de una vida cargada de contradicciones, pero también consolida su lugar como símbolo de una de las respuestas humanas más desconcertantes ante el peligro.
Y.A.