A pocas semanas de la elección de la nueva mesa directiva, la división interna en el Partido de la U podría abrirle el camino al conservador Juan Carlos Wills, quien no genera resistencia en el Congreso y contaría con el guiño del Gobierno.
El próximo 20 de julio, durante la instalación de las sesiones ordinarias del Congreso, se definirá quién presidirá la Cámara de Representantes en el último año legislativo del Gobierno de Gustavo Petro. La elección será clave, no solo por el contexto de época electoral, sino por la necesidad de garantizar el trámite de una agenda legislativa que aún tiene grandes retos.
En medio de esta puja, todo indica que la Presidencia quedará en manos del Partido de la U o del Partido Conservador. Sin embargo, las tensiones internas en la colectividad liderada por Dilian Francisca Toro podrían favorecer al conservador Juan Carlos Wills, quien ha venido consolidando respaldos y ganando terreno en las últimas semanas.
Dentro de la U, los representantes Jorge Tamayo y Julián López están enfrentados por la candidatura, situación que ha fragmentado las posibilidades del partido. Mientras tanto, Wills, quien ya fue presidente de la Comisión Primera de la Cámara, ha demostrado cercanía con el Gobierno Petro, o al menos, neutralidad, pues no fue un obstáculo durante el debate de sus iniciativas.
A diferencia del actual presidente del Senado, Efraín Cepeda, férreo opositor del Gobierno, Wills no genera mayor resistencia dentro de las bancadas. Según fuentes del Congreso, su nombre ya circula en el radar del Ejecutivo como una opción viable que podría contar con el respaldo oficialista.
El panorama aún no está cerrado. Se espera que al menos tres nombres sean postulados para la Presidencia de la Cámara: dos por parte del Partido de la U y uno por los conservadores. No se descarta que Cambio Radical también entre en la competencia con su propio candidato.
El 20 de julio se sabrá finalmente quién liderará la Cámara de Representantes en este tramo decisivo del cuatrienio, cuando el Gobierno de Gustavo Petro enfrenta su último año con reformas clave aún en el tintero y un Congreso profundamente fragmentado. La elección del nuevo presidente no solo marcará el rumbo del trámite legislativo en tiempos de contienda electoral, sino que también pondrá a prueba las alianzas, fracturas y estrategias de las distintas bancadas.
Y.A.