Ecopetrol descubre en Lorito, Meta, el mayor pozo petrolero de la última década

Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol.

Con una estimación de 250 millones de barriles recuperables, Ecopetrol declara la comercialidad del pozo Lorito en Guamal, Meta, el hallazgo más importante en 10 años y ahora 100 % de su propiedad tras adquirir la participación de Repsol.

La empresa Ecopetrol anunció oficialmente la declaración de comercialidad de un importante yacimiento en el municipio de Guamal, Meta, que se convierte en el descubrimiento petrolero más relevante de los últimos 10 años en Colombia. El campo, ubicado en el área de Lorito, corresponde al contrato de Exploración y Producción CPO-9, y representa un avance clave en la estrategia de reservas y producción de la compañía.

Esta decisión se basó en los resultados exitosos tanto técnicos como operacionales que confirman un volumen de hidrocarburos recuperables estimado en 250 millones de barriles de crudo”, explicó Ecopetrol, al tiempo que señaló que 109 millones de barriles de petróleo equivalente (MBPE) fueron certificados como recursos contingentes netos de la empresa, con corte a diciembre 31 de 2024.

El volumen total de crudo original en sitio fue estimado en 2.154 millones de barriles, una cifra que posiciona al campo Lorito como un activo estratégico dentro del portafolio nacional de hidrocarburos.

El hallazgo se remonta a marzo de 2018, cuando se confirmó la presencia de crudo extra pesado entre 8 y 9 grados API. Desde entonces, se perforaron cuatro pozos claves: Lorito-1, Lorito A1, Tejón-1 y Guamal Profundo-1, este último culminado el 10 de octubre de 2024, cerrando el proceso de delimitación del campo.

Actualmente, la zona inicia su etapa de producción con dos pozos activos que superan los 1.450 barriles por día, lo que permite materializar sinergias operativas con la infraestructura ya existente en el área.

Otro aspecto clave es que la totalidad del bloque CPO-9 ahora es 100 % propiedad de Ecopetrol, luego de la adquisición del 45 % restante que estaba en manos de Repsol, lo que fortalece el control operativo y estratégico sobre el campo.

Además, la cercanía del yacimiento a instalaciones de transporte y producción ya disponibles permite una rápida comercialización del crudo extraído, alineándose con la estrategia de valorización y autosuficiencia energética que lidera la compañía.

Y.A.