Por Orlando Andrade Gallardo
El próximo fin de semana se realizará en Cartagena el encuentro de empresas de servicios públicos y comunicaciones bajo la dirección de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones Andesco, con el fin de trazar programas relacionados con sus actividades. La opinión pública estará pendiente de las conclusiones del encuentro por la importancia que representa para los habitantes de cada región donde funcionan estas entidades, muchas de ellas cuestionadas por sus malos servicios, costosas tarifas y daño al medio ambiente, especialmente las recolectoras de basuras. Los problemas que ocasionan estas entidades privatizadas desde el gobierno de Gaviria no cesan, y continuarán hasta que el Estado asuma su responsabilidad de administrarlas. Con el poder político y económico que han acumulado estas empresas, no será fácil que el Estado, nuevamente tome el control, además el apoyo y falta de autoridad de los organismos de vigilancia, amarrados con normas que ni el presidente de la República puede intervenirlas, es una afrenta para la democracia. Muchas de estas empresas ocasionan perjuicio a la salud de las comunidades vecinas donde funcionan por los malos olores que destilan y no pasa nada, no obstante las constantes reclamaciones de las poblaciones vecinas, pero sin respuestas. Algunas de ellas están postuladas por los directivos de Andesco, para recibir reconocimiento por las buenas prácticas y ajustarse a las normas de sostenibilidad ambiental, sin consultar con las comunidades vecinas, si cumplen o no con las reglas.
Sostenibilidad ambiental está atado al medio ambiente, y calidad de vida, son términos inseparables y no es nuevo este concepto, pero muchas empresas las ignoran a su conveniencia y mal interpretan a su acomodo; el término fue acuñado en el Foro realizado en 1992 por Naciones Unidas en Rio de Janeiro, como el “Paradigma del desarrollo sostenible”. Desde esa fecha, todos los países miembros se comprometieron al cuidado del medio ambiente, creando instituciones especializadas para que legislaran sobre el tema, que en muchos casos quedaron como letra muerta. La comisión mundial del medio ambiente define el paradigma, como la sostenibilidad ambiental y la habilidad de asegurar las necesidades del presente, sin comprometer la vida ecológica de las futuras generaciones, pero hay entidades que la utilizan para beneficio propio. La conservación del medio ambiente es uno de los mayores desafíos que viene planteando la comunidad internacional por causa del calentamiento global, deshielo de los páramos, deforestación de selvas y los graves desastres que causan los fenómenos naturales, es la razón del énfasis sobre el tema; ‘Colombia potencia de la vida’, programa bandera de Petro. Adicionalmente la convocatoria del COP 16, no permitir el fracking y las reglamentaciones para minimizar el uso de los combustibles fósiles, es una muestra de su política contra la contaminación ambiental, que debemos cumplir. En el programa trasnacional ‘Habitad’ de la OEA, orientado armonizar las regiones, en materia de convivencia saludable, la discusión giró en torno al desarrollo rural/ urbano, fundamentado en la sostenibilidad del medio ambiente como objetivo principal para entregarle a las generaciones futuras la naturaleza protegida de toda afectación. La lucha del actual gobierno es ejemplo de estas premisas, que en el pasado eran normas de papel, hoy enfrenta las pretensiones de las multinacionales que quieren fumigar los cultivos ilícitos con glifosato. La preocupación mundial sobre el medio ambiente exige que las empresas con alto grado de contaminación cumplan con la responsabilidad social empresarial y fomenten programas para disminuir el impacto que se presentan en el aire. La sostenibilidad en asuntos ambientales, permite a las empresas identificar mercados, lograr gobernabilidad y mantener el medio ambiente sano, logros que deben divulgarse a la opinión pública con honestidad y sin engaño.
Es evidente que muchas empresas de servicios públicos no alcanzan estos estándares y pretenden ganar reconocimientos en mercadeo, asistencia social, conservación del medio ambiente y gobernabilidad, algunas lo consiguen, por sus influencias políticas. En estos foros los delegados de las empresas que representan, deben hablar con transparencia, no solo para convencer a los asistentes, sino a través de los medios de comunicación a sus proveedores, clientes y personas que por cualquier razón se benefician o son afectadas por sus actividades económicas. Desde siempre se conoce que el negocio de la basura es una de las actividades comerciales más rentables de la economía, por lo tanto un porcentaje de sus grandes utilidades debe humanizarse y distribuirlo a la población afectada. El capitalismo salvaje debe ser superado en todos los países.