[EDITORIAL] Crece la inseguridad en Barranquilla

Foto: referencia.

Es algo innegable que la inseguridad en Barranquilla, su área metropolitana y el Atlántico en general, ha experimentado un preocupante incremento en los últimos días, los homicidios, especialmente aquellos cometidos por la vía del sicariato y las extorsiones son los delitos que más se han aumentado, muy a pesar de que las autoridades han reforzado la presencia policial y militar en algunos barrios para intentar controlar la actual situación.

Es evidente que se ha registrado un protuberante incremento en los homicidios, lo cual ha experimentado una preocupante alza en los últimos días.

Es evidente que las extorsiones, especialmente contra comerciantes y transportadores, igualmente se han aumentado significativamente y el sicariato se ha convertido en un método predominante para cometer homicidios.

Las autoridades tendrán que reconocer este problema, por lo que deberán tomar las medidas pertinentes, lo más urgente posible, tales como el aumento de patrullajes militares y policiales en los barrios más afectados las 24 horas del día.

La comunidad ha expresado su preocupación por la inseguridad, especialmente por robos callejeros.

En la actualidad las bandas criminales como Los Costeños, Los Pepes y el Clan del Golfo se disputan el territorio para poner en práctica la extorsión.

Los motocarristas, para que les permitan trabajar se encuentran sometidos a las pretensiones de las bandas criminales y ahora otro grupo criminal les ordena que les tienen que pagar es a ellos, lo que los ha convertido en “carne de cañón”.

Lo más triste es que las medidas que se toman en los consejos de seguridad son meros pañitos de agua tibia, las autoridades no han actuado a la altura de las circunstancias, para las que fueron creadas, por lo que se puede decir que para nada vale mantener al ejército y a la policía en las calles por unas pocas horas, teniendo en cuenta que para su accionar, los delincuentes no tienen tiempo ni espacio determinado para cometer sus fechorías.

Un caso patético de esta situación de inseguridad se concentra en Soledad, en donde sus habitantes se debaten entre la zozobra, la preocupación y el pánico, puesto que es una población insegura y desprotegida en donde no se están aplicando las acciones requeridas para desterrar a los extorsionistas que se creen amos y señores de ese municipio, hasta tal punto que el pasado fin de semana paralizaron a la ciudad e impidieron la movilidad, por lo que se puede decir que son ellos los que imponen ley, por lo que se hace menester que las autoridades competentes debieran implementar urgentemente las más contundentes estrategias, porque no se puede tolerar que se continúen perdiendo vidas por la imperdonable  ausencia de las autoridades.

En una acción reactiva frente al aumento de la percepción de inseguridad en varios sectores de Barranquilla, las autoridades locales han reforzado la estrategia de control en los barrios con el incremento de patrullajes militares coordinados con la Policía Metropolitana.

Con esta ofensiva coordinada se debe no solo frenar los delitos de alto impacto, sino también recuperar la confianza ciudadana, especialmente en zonas populares donde se han denunciado extorsiones, hurtos y presencia de varias bandas criminales.

No cabe ninguna duda que la violencia en Barranquilla y los municipios que conforman su área metropolitana está disparada y ello hace necesario agudizar las medidas y los controles para que la ley y la justicia impongan su autoridad.