Lunes en la noche. La pista de aterrizaje parecía una escena de bienvenida más que de guerra. Entre abrazos, aplausos y rostros marcados por el cansancio, los 57 militares que habían sido secuestrados en El Tambo (Cauca) fueron recibidos como héroes por los ministros de Defensa e Interior.
“Misión cumplida, y sin un solo disparo”, declaró el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, apenas descendieron los uniformados, en una escena que mezcla alivio, tensión y orgullo por el operativo silencioso que logró su liberación.
Los soldados habían sido retenidos por miembros de la comunidad, en una acción que, según el Gobierno, fue orquestada e instrumentalizada por disidencias de las FARC. La presión y coordinación de las Fuerzas Militares fue clave para su liberación sin derramamiento de sangre.
El operativo, llevado a cabo por unidades del Ejército Nacional y la Policía, terminó además con la captura en flagrancia de más de 20 personas, quienes, según confirmó el Gobierno, serán judicializadas por el delito de secuestro.
Desde Popayán, el ministro del Interior, Armando Benedetti, lideró una reunión de emergencia junto a Sánchez. Al término, reconoció la labor de la fuerza pública:
“Fue una situación compleja, pero la coordinación y el profesionalismo primaron. Se rescató a nuestros hombres y se capturó a sus captores”, afirmó.
Este episodio, que por momentos amenazó con escalar en violencia, concluyó con un mensaje que desde el Ejecutivo quieren destacar: firmeza, respeto por los derechos humanos y cero tolerancia al secuestro.