EE. UU. apela a China para evitar un posible cierre del estrecho de Ormuz por parte de Irán

Tras bombardeo a instalaciones nucleares iraníes, Washington busca que Pekín use su influencia para evitar un colapso en el comercio global de crudo.

En medio de la creciente tensión geopolítica tras el reciente ataque estadounidense a instalaciones nucleares iraníes, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, lanzó un mensaje directo a China, instándola a intervenir diplomáticamente para disuadir a Irán de cerrar el estratégico estrecho de Ormuz, una medida que se evalúa actualmente en Teherán.

«Animo al Gobierno chino en Pekín a que los llame al respecto, porque dependen en gran medida del estrecho de Ormuz para su petróleo«, dijo Rubio durante una entrevista con Fox News, subrayando el impacto global que tendría una interrupción en ese corredor marítimo por donde transita cerca del 20 % del crudo mundial.

La advertencia surge luego de que el Parlamento iraní solicitara formalmente el cierre del paso, ubicado entre el golfo Pérsico y el golfo de Omán, en respuesta al bombardeo de Washington contra las plantas nucleares de Isfahán, Natanz y Fordó, ejecutado con bombas antibúnker lanzadas desde bombarderos B-2.

Rubio advirtió que, de concretarse, sería una decisión «suicida» en términos económicos para Teherán:

«Sería una escalada masiva del conflicto… y la Casa Blanca tiene respuestas devastadoras disponibles«.

¿Por qué China?

El pedido a China no es casual. Pekín es uno de los principales socios estratégicos y económicos de Irán y el mayor comprador de su petróleo. En 2021, ambos países firmaron un acuerdo de cooperación por 25 años que contempla una inversión china de 400.000 millones de dólares en sectores clave iraníes como energía e infraestructura.

Además, Arabia Saudí, Irak, Irán y Emiratos Árabes Unidos, todos proveedores vitales de crudo para China, dependen del paso seguro por Ormuz para exportar sus hidrocarburos. Un bloqueo de esta vía no solo encarecería el petróleo a nivel mundial, sino que afectaría directamente la seguridad energética de China.

Lo que está en juego

La situación plantea un delicado equilibrio diplomático para Pekín, que ha buscado posicionarse como mediador en conflictos internacionales mientras mantiene alianzas estratégicas tanto con Teherán como con otras potencias regionales.

Por ahora, no hay un pronunciamiento oficial del gobierno chino sobre el pedido de Estados Unidos, mientras que el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán evalúa si da curso a la decisión parlamentaria. Todo apunta a que, en las próximas horas, el pulso geopolítico en Oriente Medio podría escalar aún más o abrir una ventana a la diplomacia.