Niños que cocinan, limpian y tejen: la escuela que está revolucionando la educación en España

En un aula del colegio Montecastelo, en Vigo (España), no se oyen solo lápices rayando papel. También suenan cucharas batiendo huevos, cepillos barriendo el suelo y agujas de tejer entre manos pequeñas. ¿La razón? Este colegio está enseñando a los niños —sí, a los varones también— a cocinar, limpiar y coser, rompiendo con siglos de estereotipos de género.

La iniciativa, que nació en 2018 bajo el nombre de “economía doméstica”, busca enseñar habilidades reales para la vida. Y va más allá de una simple clase: es un espacio que promueve la igualdad, la autonomía y el respeto en el hogar.

👉 ¿Por qué es importante?
Durante generaciones, las tareas domésticas han sido impuestas casi exclusivamente a las niñas. A los niños, en cambio, se les enseñaba a depender. Esta diferencia ha perpetuado una desigualdad invisible pero profunda en el ámbito familiar. Montecastelo decidió romper con ese legado.

“Aprender a cuidar de uno mismo no es una debilidad, es una forma de libertad”, dicen desde la institución.

Las clases son voluntarias, y las imparten tanto profesores como padres. Lo sorprendente: la resistencia inicial de algunos alumnos varones desapareció al ver que cuidar un hogar también puede ser simple, útil y hasta divertido.

El impacto ha sido tan positivo que otras escuelas en España ya han comenzado a replicar el modelo, y hay ecos incluso en distritos escolares de EE.UU., donde la economía doméstica intenta volver a abrirse paso frente al olvido curricular.

  • Cocinar no es “ayudar”, es saber alimentarse.
  • Limpiar no es castigo, es higiene.
  • Tejer no es “de niñas”, es paciencia, concentración y creatividad.

Montecastelo no solo está formando alumnos, está formando adultos capaces de cuidar de sí mismos y de los demás. Y eso sí que es una lección para toda la vida.