En una declaración sin precedentes, el Líder Supremo de Irán, Ayatolá Alí Khamenei, anunció este domingo que el país entra oficialmente en guerra contra Estados Unidos, en respuesta al ataque estadounidense a instalaciones nucleares iraníes.
Khamenei también ordenó el cierre inmediato del Estrecho de Ormuz, un paso estratégico por donde circula cerca del 30% del petróleo mundial, lo que amenaza con desencadenar una crisis energética global.
“Ahora todo civil o militar estadounidense en la región es un objetivo militar legítimo”, declaró el Ayatolá en un discurso transmitido por la televisión estatal.
Además, Irán ha ordenado ataques simultáneos a bases militares estadounidenses en Bahrein, Irak, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, utilizando misiles de medio alcance y drones kamikaze. Reportes preliminares hablan de daños materiales y heridos en algunas instalaciones, aunque no se ha confirmado el número de víctimas.
Consecuencias inmediatas:
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Petróleo: El precio del crudo se disparó un 18% tras el anuncio.
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Mercados financieros: Bolsas en Asia y Europa operan en rojo ante el riesgo de una guerra regional.
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Estados Unidos: El Pentágono declaró «alerta máxima» en todas sus bases en Medio Oriente.
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ONU: Se convocó una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad para evaluar la escalada.
La tensión entre Irán y EE.UU. se agravó luego de que Washington confirmara ataques aéreos contra instalaciones nucleares subterráneas en Fordow, Natanz e Isfahán. Aunque la versión oficial estadounidense habla de una operación «limitada y precisa», Teherán lo considera un acto de guerra directo.
La comunidad internacional observa con máxima preocupación el desarrollo de los hechos, temiendo una escalada regional sin precedentes.