Colombia descendió tres posiciones en el Energy Transition Index 2025, ubicándose en el puesto 38 a nivel global entre 118 países evaluados por el Foro Económico Mundial. En el contexto regional, el país ocupa ahora el cuarto lugar en América Latina, por detrás de Brasil (15), Chile (21) y Uruguay (35).
Aunque Colombia mantiene un desempeño por encima del promedio mundial en preparación para la transición energética —con un puntaje de 52 frente al promedio global de 47—, su caída en el ranking general, pese a una leve mejora en su calificación total (de 65,6 a 67,5), enciende las alarmas sobre la sostenibilidad de su avance.
Natalia Gutiérrez, presidenta de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), atribuyó este retroceso a un debilitamiento en áreas clave como el entorno regulatorio, la inversión y las capacidades institucionales. “Nuestro sistema energético ha mostrado solidez incluso en situaciones extremas como el Fenómeno de El Niño, pero aún enfrentamos desafíos estructurales que requieren atención urgente”, advirtió.
En su análisis, Gutiérrez subrayó que la transición energética no puede prescindir de las tecnologías que actualmente garantizan el suministro eléctrico continuo en el país, como la generación hidráulica y térmica. “Incorporar más energía renovable es crucial, pero debe hacerse sin comprometer la seguridad energética”, afirmó.
El informe del Foro Económico Mundial también destaca que la seguridad energética global ha sido el componente con menor avance, con un crecimiento de apenas 0,4 %. Para Colombia, esta realidad refleja una amenaza directa: “Sin seguridad energética, no hay transición energética”, reiteró Gutiérrez a través de su cuenta en la red social X.
Además de los retos regulatorios e institucionales, la dirigente de Acolgen llamó la atención sobre los obstáculos que enfrenta la infraestructura energética, incluyendo demoras en licencias, escasez de talento humano especializado y falta de capital financiero. “Estos cuellos de botella son una preocupación global, y Colombia no es la excepción”, agregó.
Finalmente, Gutiérrez instó a fortalecer el marco normativo, atraer mayores inversiones y cerrar brechas estructurales para asegurar que el país no solo mantenga su posición en el ranking, sino que logre avanzar hacia un sistema energético verdaderamente sostenible, confiable y resiliente.