*Su participación se convierte en una poderosa muestra del talento que emerge desde Barranquilla.
Redacción Sociales
LA LIBERTAD
Barranquilla vuelve a ser noticia, esta vez por los artistas plásticos Javier Caraballo y Giselle Borrás, quienes con su arte representarán por primera vez a Colombia en la Art Basel Week Zurich, una de las plataformas de arte contemporáneo más prestigiosas del circuito internacional, que se realizará a partir de este 16 de junio en Suiza.
La invitación al evento, que se desarrolla en paralelo a la reconocida feria Art Basel en el país europeo, llegó por medio de Iller Gallery y representa un momento clave para el arte colombiano, además de posicionar a la capital de Atlántico como un territorio idóneo para la creación contemporánea.
Considerada una cita imperdible para coleccionistas, curadores, galeristas y críticos del arte global, la Art Basel Week Zurich es el espacio idóneo para quienes desean conocer más sobre tendencias, discursos y movimientos artísticos que definen la agenda del arte contemporáneo.
Más que un logro individual, la invitación de estos talentos refleja la fuerza creativa que emana del Caribe colombiano; ambos, con propuestas diferentes, se convierten en embajadores de una sensibilidad única, donde la identidad, la memoria, el color y la emoción se entrelazan para contar al mundo, desde el arte, lo que significa ser Caribe.
Sobre Javier Caraballo, hay que destacar que cuenta con una trayectoria de más de 15 años. Nacido en Barranquilla, ha construido una propuesta visual que reivindica el universo infantil como espacio legítimo de creación artística, en el cual la exploración se convierte en una base de representación que permite involucrar a todos.
“Mi trabajo está basado en la estética y la grafía infantil. Es una investigación que llevo desarrollando desde hace más de una década para destacar que el niño, en este mundo, es el artista”, afirma Caraballo.
Llena de colores vibrantes, trazos libres y composiciones lúdicas, su obra no solo busca emocionar, sino también hacer una declaración de principios: arte y niñez no sólo coexisten, sino que se potencian mutuamente.
Además de su participación en este escenario, Javier Caraballo se prepara para otras exposiciones en Texas, Dubái, Art Miami y Art Palm Beach.
Por su parte, la artista colombo-española Giselle Borrás, quien actualmente reside en Barranquilla, lleva a Zurich una propuesta artística que se mueve entre lo ancestral y lo contemporáneo.
Su técnica, a la que ha denominado puntillismo contemporáneo, consiste en tomar fotografías de su archivo personal y reinterpretarlas punto a punto, construyendo nuevas imágenes que mezclan referentes clásicos con símbolos propios del imaginario latinoamericano.
En su trabajo, Borrás crea una fusión visual donde elementos como columnas antiguas o suelos geométricos se cruzan con íconos de la fauna tropical, dando vida a composiciones que exploran cómo la identidad cultural puede ser reconstruida desde la memoria.
“Trabajo con la idea de que la realidad no es estática, sino manipulable. La descompongo para reconstruirla desde la memoria y el arte”, explica.
Tal y como lo ha asegurado la artista, Barranquilla, con su energía vibrante y su carga cultural, ha sido un espacio fértil para su proceso creativo. “Desde que nacemos, los barranquilleros estamos expuestos a un bombardeo cultural: danza, expresión, emociones.
Esa capacidad expresiva de la costa ha sido vital en mi desarrollo artístico”, concluye.
Su técnica, más allá del efecto visual, es una manera de cuestionar cómo se percibe la realidad; mediante miles de puntos, reconstruye imágenes que dialogan con la historia, la tradición y el presente. Así, propone una reinterpretación de la memoria y la identidad desde una perspectiva híbrida y sensible.
Próximamente, la artista estará presente en la feria de arte contemporáneo de Estambul, Art Miami y Zsonamaco en México.
Con Javier Caraballo y Giselle Borrás, el arte hecho desde el Caribe tiene hoy una voz que se escucha en los escenarios más exigentes del planeta. Tal y como ellos mismos sostienen, esta es una puerta que se abre a las nuevas generaciones de pintores, escultores y artistas del Caribe colombiano.