El joven capturado por el atentado contra Miguel Uribe confesó detalles sobre la estructura criminal que lo reclutó, señaló a los autores intelectuales y afirmó que su vida también estaba en riesgo: “A mí me iban a matar en esa vuelta”.
Por: Redacción
DIARIO LA LIBERTAD.
Un menor de edad, hoy pieza clave en la investigación judicial por el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay, ha proporcionado un testimonio revelador ante las autoridades. Su relato, recogido por un informativo nacional, detalla con precisión cómo se estructuró la operación criminal y señala a varios implicados, incluyendo a alias “el Costeño”, a quien identificó como “el patrón del barrio y el jefe de la olla”.
El joven, capturado el 7 de junio, fue herido durante su intento de huida y atendido en una unidad de cuidados intensivos. Desde ese espacio, narró en dos sesiones cómo fue contactado, movilizado y armado para ejecutar el atentado. “A mí me iban a matar en esa vuelta”, advirtió, asegurando que nunca recibió los 20 millones de pesos prometidos por cumplir el crimen, lo que refuerza su afirmación de que su asesinato también estaba planeado.
El testimonio del adolescente incluye detalles como su movilización a través de una aplicación de transporte, la entrega de una pistola Glock 9 mm y el papel de una transeúnte que le ayudó a identificar a la víctima. Su versión concuerda con los videos y material probatorio recopilados por los investigadores, así como con transacciones realizadas desde su celular durante el tiempo que permaneció en la zona.
La Fiscalía, encabezada por Luz Adriana Camargo, tomó medidas excepcionales para garantizar la seguridad del menor y su núcleo familiar. “Tenemos un primer avance, que tiene que ver con la inclusión de su familia en el programa de protección de testigos e intervinientes”, informó Camargo. El joven fue trasladado al búnker de la Fiscalía, mientras se evalúa una eventual reubicación y cambio de identidad para su protección.
A pesar de que algunos sectores han criticado el trato otorgado al implicado, el presidente Gustavo Petro respaldó las medidas adoptadas: “He ordenado que se le cuide al máximo, porque fue capturado relativamente bien, pero durante la captura fue golpeado violentamente por civiles y llegó a UCI”.
Gracias a su testimonio, las autoridades identificaron y judicializaron a nuevos cómplices, entre ellos una mujer, pareja de alias “el Costeño”, y un conductor que trasladó al menor el día del atentado. Estas personas habrían desempeñado funciones logísticas, incluyendo la entrega del arma y las instrucciones del ataque.
El joven también habló sobre sus antecedentes personales: una vida marcada por abandono, adicción y violencia intrafamiliar. Sin madre desde niño y con un padre ausente —actualmente en Polonia—, su crianza estuvo a cargo de su abuela, por quien ha pedido protección. A pesar de haber pasado por programas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), no logró alejarse del entorno delictivo.
“Lo dejaron solo en medio de la balacera y la persecución”, relató, dando cuenta de una operación en la que fue utilizado como carne de cañón, sin ninguna intención por parte de los reclutadores de cumplir los compromisos pactados.
Actualmente, el proceso judicial avanza con la celebración de audiencias, recolección de más pruebas y operativos simultáneos que podrían llevar al desmantelamiento de la red criminal detrás del atentado.
Y.A.
