“Esta celebración permite mostrar cómo el departamento ha avanzado bajo esta visión: con infraestructura moderna, educación pública fortalecida, mejor acceso a salud, cultura, turismo y más”: Eduardo Verano De la Rosa.
Por: Redacción Sociales.
DIARIO LA LIBERTAD.
Este domingo 15 de junio, el corazón del Caribe colombiano conmemora 120 años de historia, mestizaje y transformación, posicionándose como uno de los territorios más emblemáticos y diversos del país.
Desde su creación en 1905, el departamento del Atlántico ha sido un punto de encuentro de culturas, un territorio donde el río Magdalena y el mar Caribe se abrazan para dar paso a una identidad rica en color, tradiciones y fuerza popular.
La celebración de este aniversario no solo evoca la memoria de sus raíces, sino también los avances que ha logrado en distintos frentes gracias al trabajo articulado entre sus instituciones, su gente y sus líderes.
“Celebrar los 120 años del departamento representa un momento profundamente significativo, tanto desde el liderazgo institucional como desde la visión de Región. Es una forma de honrar a quienes sembraron las bases del desarrollo del Atlántico”, dijo el gobernador Eduardo Verano De la Rosa, en una entrevista con Diario LA LIBERTAD.
Para el mandatario, esta conmemoración está estrechamente ligada a las obras entregadas, al fortalecimiento de la educación y al impulso de políticas que han buscado mejorar la calidad de vida de los atlanticenses.
En el marco de esta celebración, Verano destacó el esfuerzo por ampliar el acceso a la educación superior a través de iniciativas como las 2.500 becas para jóvenes en la Institución Universitaria de Barranquilla y la apertura del programa de Medicina en la Universidad del Atlántico, hitos que reflejan una apuesta clara por el talento regional.
“Este proceso se inició hace 20 años con la administración de Carlos Rodado Noriega, hasta la presente, que han sido gobiernos continuos sin parar en obras significativas para el departamento”, señaló Verano.
Uno de los mayores logros del Atlántico en estos 120 años, según el gobernador, ha sido consolidarse como un motor de desarrollo para la región Caribe y para Colombia. Un crecimiento que se ha visto reflejado en infraestructura moderna, una economía dinámica y una notable diversidad cultural.
“El departamento ha logrado articular un modelo de desarrollo territorial que conecta sus municipios. Ha sido un trabajo con enfoque social. Hemos fortalecido la educación, modernizado la infraestructura y priorizado el bienestar social”, precisó.
Turismo y cultura como ejes de transformación
Dentro de las apuestas actuales del departamento se destacan los proyectos de turismo rural y de naturaleza en municipios como Usiacurí, Luruaco, Juan de Acosta y Galapa, donde se promueven senderos ecológicos, avistamiento de aves, artesanías y gastronomía tradicional. Además, los festivales gastronómicos de la Ruta 23 y el fortalecimiento de las Casas de Cultura han contribuido a visibilizar el talento local.
El gobernador subrayó que la entrega de estímulos a gestores y hacedores culturales también ha sido fundamental para consolidar una agenda cultural robusta, que se extiende desde las fiestas intermunicipales hasta el Carnaval del Atlántico, donde cada municipio aporta desde su esencia.
Entre los logros más recientes en materia de infraestructura turística, se encuentra el Muelle 1888, que se ha convertido en el sitio más visitado del departamento, así como el Centro Náutico Salinas del Rey, reconocido a nivel internacional por su ubicación estratégica y la práctica de deportes acuáticos.
“Este año hemos tenido unas estadísticas muy positivas con un movimiento aproximado de 417.597 pasajeros por vía aérea entre enero y abril, según cifras de la Aeronáutica Civil”, informó el mandatario. Actualmente, el Atlántico cuenta con una capacidad hotelera de más de 8.000 camas, y una ocupación que se mantiene estable, a pesar del incremento en la oferta de alojamientos turísticos.
Cuando se le preguntó qué lugares del Atlántico quiere mostrarle al país y al mundo, Verano no dudó en responder: “Todos, absolutamente todos”. Con orgullo, explicó que el departamento es una joya cultural, natural y gastronómica, que ha sabido proyectarse como un destino turístico y cultural gracias a la capacitación de emprendedores, guías y artesanos, quienes hoy están preparados para ofrecer experiencias memorables a los visitantes.
Y es que para él, mostrar esta riqueza al mundo es una forma de reivindicar la identidad atlanticense y destacar el valor de su diversidad. “El Atlántico representa una síntesis vibrante de lo que significa ser Caribe: alegría, resistencia, mezcla étnica y riqueza cultural. Mostrar nuestra cultura al mundo es reivindicar una identidad que merece ser reconocida más allá de sus fronteras”, afirmó.
El Atlántico del mañana, en palabras de Verano, es un territorio más equitativo, sostenible y moderno, donde el progreso no se concentre únicamente en Barranquilla, sino que se distribuya de manera justa por todos los rincones del departamento.
“Sueño con un Atlántico justo, conectado, educado, ambientalmente responsable y profundamente humano. Un departamento donde la modernidad y la tradición convivan para mejorar la vida de todos sus habitantes”, expresó. En su visión también hay un compromiso claro por ampliar la cobertura de agua potable, saneamiento básico, y generar oportunidades reales para los jóvenes.
Precisamente a ellos, Eduardo Verano les envió un mensaje especial: “Que estudien, que se preparen, que se apropien de su municipio, de su historia, de su legado cultural y patrimonial, para que lo puedan mostrar ante el mundo y trascienda a las futuras generaciones”.
En ese sentido, recalcó la importancia de los 19 nodos del Sena construidos en el departamento, que ofrecen carreras técnicas y tecnológicas alineadas con las necesidades de cada territorio, así como el respaldo institucional para que las nuevas generaciones encuentren su camino y sigan llevando al Atlántico más allá de sus fronteras.
Con sus 23 municipios, el Atlántico sigue siendo un reflejo de la riqueza de Colombia. En cada farol de Usiacurí, en cada totuma en Luruaco, en cada disfraz que desfila en el Carnaval, se teje una historia que no se detiene.
Hoy, el departamento celebra no solo su historia, sino también la proyección de un futuro donde la cultura, el desarrollo social y la identidad regional seguirán siendo los pilares de su grandeza.