Pep Guardiola alza su voz por Gaza: “El siguiente niño asesinado podría ser tuyo”

Durante su investidura como doctor honoris causa en la Universidad de Manchester, el entrenador español denunció la masacre de niños en Gaza y pidió no guardar silencio ante la violencia.

En un acto solemne de investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Manchester, el técnico español Pep Guardiola aprovechó el reconocimiento académico para levantar la voz contra el sufrimiento que vive el pueblo palestino en la Franja de Gaza. Con palabras firmes y visiblemente conmovido, el laureado entrenador denunció el genocidio israelí sobre Gaza, con énfasis en la brutalidad ejercida contra los más indefensos: los niños.

Es muy doloroso lo que vemos en Gaza. No se trata de ideologías, se trata de amor a la vida, se trata de negarse a callar o quedarse de brazos cruzados cuando más importa”, afirmó Guardiola durante su discurso. En un contexto marcado por el horror de los bombardeos, los desplazamientos forzados y la destrucción de infraestructura civil, su voz se suma a la de miles que claman por justicia y humanidad.

El entrenador, ídolo del Manchester City y tricampeón de la Liga de Campeones, confesó cómo la guerra en Gaza lo ha afectado personalmente: “Desde que comenzó la pesadilla con los bebés de Gaza, me despierto cada mañana para ver a mis hijos”. Su frase más conmovedora resonó con fuerza en la audiencia: “A lo mejor creemos que podemos ver a niños y niñas de cuatro años morir por una bomba o ser asesinados en hospitales, que ya no son hospitales, y creer que no va con nosotros. Sí, vale. Pero ten cuidado. El siguiente niño de cuatro o cinco años asesinado podría ser tuyo”.

Las palabras de Guardiola no fueron aisladas ni improvisadas. Reflejan el sentimiento de impotencia y rabia que se ha extendido por el mundo frente a la tragedia humanitaria en Palestina, donde más de 54 772 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, han sido asesinados desde el 7 de octubre de 2023, según cifras del Ministerio de Salud gazatí. Las imágenes de cadáveres infantiles, hospitales arrasados y barrios enteros convertidos en escombros han conmocionado incluso a quienes tradicionalmente no se pronuncian en política internacional.

En su discurso, Guardiola también lanzó un llamado a la acción: “En un mundo en el que a menudo nos dicen que somos muy pequeños para marcar la diferencia, esta historia me recuerda que el poder que tenemos no está en el tamaño, sino en elegir: en rechazar mantenerse callado cuando más importa”. Esta exhortación refleja una toma de postura ética y política que busca romper el silencio y la indiferencia que, en su opinión, permite la continuidad del sufrimiento palestino.

La reacción de Guardiola se enmarca en una ola de pronunciamientos internacionales. Numerosas organizaciones de derechos humanos y agencias humanitarias han condenado la violencia sistemática ejercida por Israel. Entidades como Human Rights Watch, Amnistía Internacional, UNICEF y la Cruz Roja Internacional han denunciado la destrucción deliberada de infraestructuras esenciales como hospitales, escuelas y centros de atención infantil. Según la Oficina de Información de Gaza, al menos 38 hospitales, 81 centros de salud y 164 instituciones médicas han sido destruidos o inutilizados por los ataques israelíes desde que comenzó el conflicto.

El impacto de la guerra no es solo físico, sino también psicológico y emocional. Las escenas de menores heridos o muertos, de padres desesperados cargando cuerpos diminutos, y de médicos sin insumos operando en condiciones precarias, han generado una indignación global que exige respuestas urgentes. Para Guardiola, estos crímenes no pueden ser relativizados ni ignorados: “Esto no va de banderas ni de creencias. Va de humanidad”.

Aunque el gobierno israelí ha justificado su ofensiva en Gaza como una respuesta a los ataques de Hamás, los informes sobre el elevado número de víctimas civiles y la destrucción de infraestructura médica han desatado crecientes acusaciones de crímenes de guerra y violaciones sistemáticas del Derecho Internacional Humanitario.

El discurso de Guardiola también es un recordatorio del poder de la visibilidad. Como figura pública de renombre mundial, sus palabras viajan más allá del auditorio de la Universidad de Manchester y contribuyen a abrir espacios de reflexión y denuncia. En un momento en el que muchas voces eligen el silencio por temor o conveniencia, el técnico catalán reafirma su compromiso con la verdad y la justicia.

Mientras la comunidad internacional continúa debatiendo posibles sanciones o resoluciones, el clamor de voces como la de Guardiola se convierte en un eco urgente: basta de niños asesinados, basta de hospitales bombardeados, basta de mirar hacia otro lado.

Y.A.