Ebrahim Al-Dailami, embajador de Yemen en Irán, no es un diplomático cualquiera. Representante de los hutíes —un grupo armado yemení de la minoría musulmana chií que controla la capital, Saná, y una parte significativa del territorio yemení en el país que es su principal aliado desde 2015—, es un líder importante del movimiento que ha sacudido la economía mundial y, según sus propias palabras, ha obligado a la mayor potencia mundial a replegarse.
Cuando la agresión contra Gaza continuó, Trump atacó a Yemen para impedir que apoyáramos a Palestina, como saben, y dijo entonces que exterminaría a los yemeníes y los enviaría al infierno. Pensó que tales declaraciones nos aterrorizarían, nos atemorizarían y que dejaríamos de apoyar a los palestinos, pero decidimos enfrentarlo. El ejército yemení atacó portaaviones en el Mar Rojo que atacaban a Yemen, principalmente el portaaviones Harry Truman. Y Trump se sorprendió», informa.
Porque estamos acostumbrados a que, cuando un portaaviones se acerca a la costa de cualquier país, este se rinde y se somete a Estados Unidos, pero en Yemen ocurrió lo contrario, pues Yemen está atacando portaaviones con drones y misiles. Derribamos unos veinte drones llamados MQ-9, que son el orgullo de la industria estadounidense de drones. También derribamos tres F-18. Las fuerzas de defensa aérea yemeníes casi derribaron un F-35 [también un avión de combate], pero sobrevivió milagrosamente. Impedimos el paso de buques de guerra y civiles estadounidenses por el Mar Rojo. Trump anunció que abriría la ruta marítima a los buques estadounidenses por la fuerza, pero fracasó.
El 6 de mayo, el presidente estadounidense Donald Trump anunció un alto el fuego con los hutíes tras dos meses de bombardeos sobre objetivos en Yemen . Según un informe de la cadena estadounidense NBC , la operación arrojó alrededor de 2.000 bombas y misiles sobre el país y costó más de mil millones de dólares.
El acuerdo entre Estados Unidos y el gobierno hutí, según el embajador, fue negociado por Omán a petición de Trump. Inicialmente, los estadounidenses también querían el fin de los ataques contra Israel, pero los yemeníes no lo aceptaron.