
La comunidad de Cachenche exige acciones inmediatas del Gobierno tras la desaparición de Tovar Monterrosa, presidente de la Asociación de Campesinos Montes de Dios, quien fue atacado en su parcela por sujetos armados.
En la noche del martes 3 de junio, un nuevo hecho de violencia rural sacudió al departamento de Bolívar. Hombres armados irrumpieron en la finca Cachenche, ubicada en el municipio de Turbana, obligando a Enaldo Tovar Monterrosa, presidente de la Asociación de Campesinos Montes de Dios, a huir con su familia en medio de la oscuridad. Desde entonces, se desconoce su paradero, lo que ha generado alarma entre las más de 300 familias campesinas que lo acompañan en su lucha por la tierra y los derechos rurales.
El hecho fue confirmado por el veedor ciudadano Erick Urueta, quien relató que “individuos armados que se desplazaban en dos motocicletas llegaron hasta la propiedad de Tovar Monterrosa, frente a la llama de Ecopetrol, zona industrial de Cartagena, obligándolo a huir de su hogar”. Según la información conocida, el líder campesino logró escapar con su familia aprovechando la vegetación y la oscuridad, pero su situación actual es incierta y preocupa profundamente a la comunidad.
La finca se encuentra ahora abandonada, los animales están dispersos y los cultivos desatendidos, reflejo del caos y la violencia que enfrentan a diario quienes trabajan la tierra. “Es inaceptable que sigan atentando contra nuestros líderes mientras el Estado guarda silencio”, expresó un campesino que pidió no revelar su identidad por temor a represalias.
Enaldo Tovar no es un desconocido para las instituciones ni para las comunidades rurales. Su liderazgo ha sido clave en la organización y defensa del campesinado en municipios como Bayunca, Turbana, Turbaco, Arjona y Santa Rosa. Por eso, su desaparición no solo deja un vacío de liderazgo, sino que también genera una sensación de vulnerabilidad entre quienes siguen su causa.
Ante este panorama, los campesinos han elevado un llamado urgente al Gobierno Nacional, a la Agencia Nacional de Tierras, a la Sociedad de Activos Especiales (SAE) y a la Policía Nacional. Exigen acciones inmediatas para localizar a Tovar Monterrosa, garantizar su seguridad y proteger a los demás líderes sociales, veedores ciudadanos y defensores de derechos humanos que hoy están en riesgo.
Las denuncias ya fueron radicadas ante la Fiscalía, pero la respuesta estatal ha sido, según los campesinos, insuficiente. “No podemos seguir enterrando a nuestros líderes, ni vivir bajo el terror”, manifestaron en un comunicado emitido por la Asociación de Campesinos Montes de Dios.
En respuesta a esta grave situación, los campesinos de Cachenche han anunciado un paro departamental que se realizará el próximo sábado 14 de junio, bajo la consigna “el campesinado se respeta”. Esta movilización busca visibilizar las amenazas constantes que enfrentan los líderes agrarios, la falta de garantías de seguridad y la negligencia institucional que ha permitido que estos hechos sigan ocurriendo impunemente.
“El objetivo no es solo reclamar por la vida de Enaldo, sino exigir condiciones mínimas para seguir cultivando la tierra sin miedo. No queremos más líderes desplazados, ni más fincas abandonadas por el miedo”, declaró otro miembro de la comunidad que prepara la movilización.
Este nuevo episodio se suma a una larga lista de agresiones que sufren líderes sociales y campesinos en diversas regiones del país. Pese a los múltiples compromisos adquiridos por el Gobierno en mesas de diálogo y pactos agrarios, los territorios siguen siendo escenario de violencia y desprotección.
Para muchas familias, Enaldo Tovar es un símbolo de resistencia y organización campesina. Su desaparición, más allá del hecho criminal, representa un ataque directo al derecho colectivo de construir paz y dignidad en el campo colombiano.
El país espera que este llamado urgente no caiga en oídos sordos. La vida de un líder campesino, y con ella la esperanza de cientos de familias, pende de un hilo. Las autoridades están obligadas a actuar con celeridad y contundencia para garantizar justicia, protección y verdad.
Y.A.