Aída Avella tras atentado a Miguel Uribe: “Volvemos a vivir el horror que ya habíamos sufrido”

La senadora Aída Avella, de la Unión Patriótica, reflexiona sobre el atentado contra el senador Miguel Uribe y lanza un llamado a la reconciliación nacional, sin dejar de señalar las múltiples violencias que persisten en Colombia.

Por: Redacción.
DIARIO LA LIBERTAD.

Una herida abierta en la historia de Colombia volvió a sangrar. El atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay el pasado 7 de junio en Fontibón, Bogotá, sacudió nuevamente la memoria del país. El ataque, perpetrado por un menor de edad durante un mitin político, trajo ecos de una época que muchos consideran superada, pero que la senadora Aída Avella asegura sigue vigente: “Volvimos a sentir toda esa situación tan trágica que atravesó la Unión Patriótica”.

En entrevista con el periodista Jacobo Solano para Noticias con LIBERTAD, Avella, sobreviviente del exterminio político de la Unión Patriótica y exiliada durante años por amenazas contra su vida, expresó su solidaridad con el senador Uribe Turbay y su familia, pero también aprovechó para lanzar un enérgico llamado al país: frenar la espiral de violencia, evitar la polarización y trabajar por una paz real y duradera.

“Nos duele todo, nos duele el atentado de ayer (…) hay que contribuir mucho más a la paz. Es muy esquiva, pero algún día tendrá que llegar”, afirmó. Su declaración cobra peso viniendo de quien vivió la arremetida más feroz del paramilitarismo, del Estado y de una derecha que, según dijo, persiguió y aniquiló a su movimiento político.

Un país con muchas violencias

Para Aída Avella, el atentado contra Miguel Uribe no es un hecho aislado, sino una muestra más de las múltiples formas de violencia que se entrelazan en Colombia: la política, la económica, la estructural. “El que no ha sido tocado por las balas ha sido tocado por el hambre. No tener con qué comer es una violencia muy fuerte”, relató con crudeza.

En su testimonio, rememoró cómo la generación de los años ochenta sufrió el asesinato de líderes como Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro y Luis Carlos Galán. Ahora, asegura, el país se enfrenta a una nueva versión de esa violencia. “Nuestros líderes sociales están declarados objetivos militares”, dijo.

Su reflexión no se quedó en la denuncia. Avella enfatizó que el camino es la reconciliación, pero no puede lograrse si persisten la estigmatización, la exclusión y el odio. “Todos tenemos un compromiso con Colombia”, sostuvo, e insistió en que el diálogo debe comenzar por los espacios institucionales como el Senado, donde reconoció que las discusiones han alcanzado niveles alarmantes de agresividad.

Un llamado también al presidente Petro

Ante la pregunta de Solano sobre si el presidente Gustavo Petro debería moderar su discurso en redes sociales, en particular en la red X, Avella fue clara: “Yo creo que todos, sin ninguna excepción, vamos a tener que hacer un ejercicio distinto”. No obstante, también advirtió sobre lo que considera un saboteo permanente contra las reformas del Gobierno, especialmente la pensional.

La senadora destacó la urgencia de aprobar la reforma pensional, argumentando que más de 3,5 millones de campesinos, vendedores informales y adultos mayores podrían recibir una pensión mínima de 235 mil pesos, que si bien es baja, “entre no tener nada y tener esa platica”, les permitiría cubrir necesidades básicas como el arriendo o el mercado.

Indignación por el abandono institucional

A raíz del atentado, el abogado Víctor Mosquera, representante legal de Miguel Uribe, anunció que interpondrá una denuncia penal contra el director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Augusto Rodríguez, por una supuesta omisión institucional. Según Mosquera, el esquema de seguridad del precandidato ya había sido motivo de más de 23 solicitudes formales de refuerzo en 2025.

Rodríguez admitió que el esquema actual —siete escoltas y dos vehículos blindados— es insuficiente para alguien que ya ejerce como precandidato presidencial y realiza actividades de proselitismo político, aunque la campaña aún no ha iniciado formalmente.

Estado crítico y proceso judicial

El más reciente parte médico entregado por la Fundación Santa Fe indica que Uribe Turbay continúa en estado crítico, tras haber sido sometido a dos cirugías: una neuroquirúrgica y otra vascular. El senador recibió tres disparos, uno de ellos en la cabeza, y su pronóstico sigue siendo reservado.

Por su parte, la Fiscal General Luz Adriana Camargo entregó detalles sobre el proceso judicial del menor de edad implicado en el ataque. Aclaró que el celular que tenía el joven en el momento del atentado no fue incautado, pero se realiza un rastreo para establecer su paradero. “La desinformación (…) es muy grave, porque se revuelven cosas ciertas con falsas y se genera una gran confusión”, advirtió.

La audiencia de imputación para el menor está programada para este lunes 9 de junio a las 3:00 de la tarde. Según la fiscal, al momento de la aprehensión, el joven fue agredido por miembros de la comunidad y recibió un disparo en la pierna. Actualmente permanece bajo custodia en la Clínica Colombia y ha contado con acompañamiento del ICBF, la Procuraduría y la Fiscalía durante todo el proceso.

“La paz no es solo el silencio de los fusiles”

La intervención de Aída Avella va más allá del hecho violento que sacudió la opinión pública. Su voz, cargada de memoria y dolor, recuerda que Colombia aún tiene profundas heridas abiertas, y que para cerrarlas se requiere más que condenas aisladas o medidas coyunturales.

“La paz no es solo el silencio de los fusiles”, enfatizó. “También es la posibilidad de que un anciano no muera de hambre, que un joven no tenga que caminar kilómetros para estudiar, que un líder social no sea asesinado por defender su comunidad”.

Por eso, insiste, el atentado contra Miguel Uribe debe ser una alerta para todos los sectores políticos y sociales. No puede repetirse la historia que costó la vida de miles de miembros de la Unión Patriótica ni la que hoy sigue cobrándose la vida de líderes, defensores de derechos humanos y campesinos.

Colombia no puede normalizar nuevamente la violencia política. No puede permitir que las diferencias ideológicas deriven en atentados, amenazas y muerte. En palabras de Avella: “Hay que hacer todo lo posible para que esta paz llegue, es muy esquiva, pero algún día tendrá que llegar”.

Y.A.