El hecho ocurrió durante una persecución policial tras un robo en el norte de Bogotá. El procurador Néstor Osuna no se encontraba en el vehículo atacado, y su conductor se recupera en una clínica. Autoridades investigan si se trató de un atentado dirigido.
Una noche de tensión y violencia se vivió este viernes 6 de junio en el sector de Chapinero, al nororiente de Bogotá, cuando el vehículo de seguridad asignado al procurador delegado para los Derechos Humanos, Néstor Iván Osuna Patiño, fue alcanzado por disparos durante una persecución policial. En el hecho resultó herido su conductor, quien fue trasladado a la clínica El Lago, donde se encuentra en proceso de recuperación.
De acuerdo con el reporte oficial de la Procuraduría General de la Nación, el procurador no se encontraba dentro del automóvil en el momento del ataque. El incidente ocurrió cerca de las 8:00 p. m., en momentos en que se adelantaba una persecución por parte de la Policía Metropolitana de Bogotá y el esquema de seguridad del funcionario, tras el robo a un apartamento en el barrio Bellavista, en la misma localidad.
Según el informe policial, dos personas habrían ingresado a una vivienda para cometer un hurto, lo que activó una respuesta inmediata por parte de las autoridades. Durante la huida, los sospechosos fueron interceptados por los uniformados, lo que desencadenó un intercambio de disparos en el que resultó herido el conductor del vehículo oficial. La Policía logró recuperar los objetos hurtados e inmovilizar el vehículo en el que los delincuentes intentaban escapar.
Las dos personas capturadas fueron puestas a disposición de las autoridades judiciales competentes por los delitos de hurto, lesiones personales y daño en bienes del Estado. En medio de las investigaciones, se busca determinar si este hecho fue un incidente fortuito vinculado a la persecución o si puede constituir un atentado contra el procurador delegado.
Desde su residencia, el propio Néstor Osuna confirmó que se encuentra en buen estado de salud y que ya estableció comunicación con las autoridades para seguir de cerca el desarrollo de las investigaciones. También expresó la necesidad de esclarecer cuanto antes si el ataque tenía como objetivo su esquema de seguridad o si fue consecuencia del operativo contra los delincuentes. De igual manera, reiteró su llamado al diálogo entre los actores armados como camino hacia la paz y la reconciliación en Colombia.
Este episodio ha generado preocupación en distintos sectores institucionales. La posibilidad de que un funcionario de alto nivel haya sido víctima, directa o indirecta, de un ataque, enciende las alarmas sobre la seguridad de los servidores públicos en la capital del país. Además, reabre el debate sobre el accionar de bandas criminales en zonas como Chapinero, tradicionalmente asociadas con actividades comerciales, académicas y administrativas.
En tanto, el conductor herido permanece bajo observación médica y con acompañamiento institucional. Aunque su estado de salud es estable, se mantendrá protegido mientras avanza el proceso judicial contra los presuntos atacantes.
El incidente representa un nuevo llamado de atención sobre la necesidad de fortalecer los esquemas de seguridad y las capacidades de reacción de las autoridades frente a situaciones de alto riesgo. También subraya la vulnerabilidad de quienes, como Osuna, desempeñan funciones claves en la defensa de los Derechos Humanos y el fortalecimiento de la legalidad.
Y.A.