Víctimas de masacre en Puerto Colombia serían modelos, empresarios de eventos nocturnos y miembros de ‘Los Costeños’

La madrugada del lunes festivo, 2 de junio, una fiesta electrónica en Puerto Colombia, Atlántico, terminó en tragedia cuando un grupo armado irrumpió en la finca privada donde se celebraba el evento y abrió fuego contra los asistentes.

Tres personas fueron asesinadas y al menos seis resultaron heridas, entre ellas figuras conocidas del mundo del modelaje, el entretenimiento y empresarios vinculados al negocio de las rumbas electrónicas.

La fiesta, denominada «Prueba de Talentos», se llevaba a cabo en una finca cercana al peaje de Papiros, en la vía que conecta Barranquilla con Cartagena. El evento contaba con la presencia de modelos como Maciel Karina Gómez, Dayana Montaño, Michell Mercado y Angelina Rojas, quienes también son reconocidas en el ámbito de las fiestas electrónicas. Según testigos, alrededor de las 10:30 p.m., dos motocicletas llegaron al lugar y cuatro hombres armados ingresaron disparando indiscriminadamente.

Las víctimas fatales fueron Maciel Karina Gómez, DJ y comunicadora social; Luis Alfredo Vergara Julio, modelo y pareja de Gómez; y Ronald Alarcón, también modelo.

𝗩𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝗵𝗲𝗿𝗶𝗱𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗺𝗮𝘀𝗮𝗰𝗿𝗲 𝗱𝗲 𝗽𝘂𝗲𝗿𝘁𝗼 𝗖𝗼𝗹𝗼𝗺𝗯𝗶𝗮 𝘀𝗼𝗻 𝗿𝗲𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝗱𝗼𝘀 𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗗𝗮𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗻̃𝗶́𝗮, 𝗺𝗼𝗱𝗲𝗹𝗼𝘀, 𝗺𝗶𝗲𝗺𝗯𝗿𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗟𝗼𝘀 𝗖𝗼𝘀𝘁𝗲𝗻̃𝗼𝘀.

Los heridos incluyen a Dayana Montaño, pareja de alias «El Negro Mike», señalado en panfletos por vínculos con el negocio de fiestas electrónicas, y a Raúl Henao Farías, alias «El Chocó», identificado como miembro de la banda ‘Los Costeños’. Henao es conocido por ser propietario del vehículo de lujo «El Huracán».

Había de todo: regalos caros, sustancias circulando en bandejas, gente bonita que vive de ser vista, y empresarios de damas de compañía que manejan con cara de ejecutivos negocios también vinculados a las rumbas y modelaje. Algunos de ellos, como Kevin Pugliese, Dayana Montaño, Michell Mercado y Angelina Rojas, mezclaban modelos con rumbas de alto perfil. Todo parecía normal en ese mundo donde lo ilegal y lo lujoso duermen juntos.

No era una reunión cualquiera. Desde horas del mediodía, según información reservada, un grupo de hombres que se hacían pasar por vendedores ambulantes de mango mantenían bajo vigilancia a Maciel Karina Gómez y a su pareja, el modelo Luis Vergara Julio, de 26 años. Los seguían discretamente desde la playa, donde decidieron no actuar para evitar una escena pública que recordara el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Cartagena.

Eligieron esperar el momento oportuno.

Fue alrededor de las 9:00 p.m. cuando Maciel y su círculo cercano regresaron a la finca para continuar la fiesta. A las 10:30 p.m., dos motocicletas llegaron hasta la entrada del lugar. Cuatro hombres descendieron armados con pistolas y subametralladoras, e ingresaron disparando de manera indiscriminada. Más de 60 disparos retumbaron entre luces LED y música electrónica, confundiendo a los asistentes, que por un momento creyeron que se trataba de parte del espectáculo.

El ataque fue sorpresivo y fulminante. A pesar de que en la finca había personas armadas y escoltas, no hubo tiempo para reaccionar. Algunos asistentes se lanzaron al suelo en busca de refugio; otros escaparon por los fondos de la propiedad. Los atacantes huyeron por una vía angosta que conecta con la autopista al mar, en dirección Barranquilla–Cartagena.

La masacre estaría relacionada con disputas internas entre bandas criminales dedicadas al microtráfico y la extorsión en la región. Investigaciones preliminares indican que el ataque fue perpetrado por miembros de ‘Los Costeños’, bajo el mando de alias ‘Castor’, como represalia por disputas con el Clan Vega.

Un video divulgado por los presuntos responsables muestra a tres hombres encapuchados leyendo un panfleto donde se mencionan amenazas contra miembros del Clan Vega y otros actores delictivos.

La Fiscalía General de la Nación ha citado a 30 personas que estuvieron presentes en el evento para esclarecer los hechos. Además, se ha ofrecido una recompensa de 80 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables.

El caso ha generado conmoción en la comunidad de Puerto Colombia y ha puesto en evidencia la creciente violencia asociada al narcotráfico y las disputas entre bandas criminales en la región.