La advertencia del presidente Gustavo Petro se convierte en realidad: la consulta popular que busca revivir parte de la reforma laboral sí va, con o sin el respaldo del Congreso. Así lo anunció el propio mandatario este martes, al confirmar que será convocada mediante decreto, tras detectar lo que su equipo jurídico califica como «vicios insubsanables de constitucionalidad» en el trámite que hundió el proyecto en el Senado.
Lo que comenzó como una opción política ahora se materializa como una decisión de gobierno. Petro, asesorado por el exfiscal general y exmagistrado Eduardo Montealegre, sostiene que el archivo legislativo carece de validez jurídica, y por lo tanto el Ejecutivo puede actuar directamente.
“Como la decisión del Senado es jurídicamente inexistente, el presidente puede convocar la consulta vía decreto, y eso es lo que hará”, aseguró Montealegre tras una reunión en la Casa de Nariño.
Doce preguntas, un nuevo escenario político
Aunque el texto del decreto aún no se conoce, el presidente ya confirmó que los colombianos serán llamados a las urnas para responder 12 preguntas que buscan salvaguardar lo que él considera el espíritu transformador de su propuesta laboral.
“Salvamos una parte de la reforma hundida. Vamos a consulta. Y esta vez, el pueblo tendrá la palabra”, dijo Petro en su alocución.
El Gobierno, incluso, añadió una pregunta más al cuestionario original, lo que varios analistas ya interpretan como una jugada política: una especie de «doble o nada» frente al rechazo del Congreso.
Una decisión polémica y con fecha límite
El decreto deberá ser expedido antes del 12 de junio, en cumplimiento de los plazos legales. Según el ministro del Interior, Armando Benedetti, el documento está siendo revisado por un comité jurídico de alto nivel, compuesto por magistrados, expresidentes de la Corte Constitucional y académicos del derecho.
Sin embargo, ya hay señales de lo que será una batalla jurídica. El presidente del Senado, Efraín Cepeda, anunció una demanda ante el Consejo de Estado, alegando que el Ejecutivo no puede sustituir las competencias del Legislativo. A lo que el Gobierno responde que lo que se tumbó no fue la reforma, sino el procedimiento mismo.
Consulta con o sin respaldo: el pulso continúa
Este giro en la estrategia del Ejecutivo redefine el escenario político. Si bien Petro no logró aprobar su reforma laboral por las vías tradicionales, ahora busca legitimarla en las urnas, apelando directamente al respaldo popular.
El mensaje es claro: si el Congreso no actúa, la ciudadanía decidirá. Resta por ver si la Corte Constitucional validará esta ruta, y si el país está dispuesto a responder con votos a una consulta que, más allá de los temas laborales, medirá también la fuerza política del presidente en medio de su mandato.