Durante casi tres días, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, estuvo ausente de la escena pública, sin participar en eventos oficiales ni activar sus redes sociales, situación que desató un fuerte debate y cuestionamientos sobre su paradero y responsabilidades.
La prolongada ausencia ocurrió justo cuando Colombia era sede de la décima Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), evento de gran relevancia regional que el mandatario debía liderar como anfitrión.
Un vacío inesperado en Montería
El presidente Gustavo Petro debía arribar al municipio de Montería, Córdoba, al mediodía del jueves 29 de mayo para encabezar la cumbre, que reunió a 25 mandatarios y cancilleres del Caribe. Sin embargo, su llegada nunca se concretó. Tras largas horas de espera, la canciller Laura Sarabia tomó la palabra para anunciar la ausencia del jefe de Estado por «razones de fuerza mayor» y excusó su imposibilidad de desplazarse desde Bogotá, aunque sin ofrecer mayores detalles.
Este silencio oficial encendió las alarmas entre los asistentes y la opinión pública. La cumbre, inicialmente planeada para celebrarse en Cartagena, fue trasladada a Montería tras insistencia del presidente Petro, quien meses atrás había promovido la sede en Córdoba para fortalecer la integración regional. Pese a ello, el mandatario no apareció, generando incomodidad entre las delegaciones y retrasos en la agenda.
Pareciera un ataque de celos. Una búsqueda irracional de los minutos que respiro o no respiro. Silenciarse digitalmente es una medida de autoprotección. Se pierde uno de los asesinos. No es paranoia, es prevención.
Bajo celos se busca desesperadamente sin necesidad y con… https://t.co/QZykJtUk43
— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 1, 2025
La representación que tomó las riendas
Frente a la ausencia presidencial, la ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, no solo ofreció disculpas sino que también leyó un discurso en nombre de Petro, enfatizando el compromiso de Colombia con la integración caribeña y latinoamericana. El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, quien asistió para recibir la presidencia pro tempore de la AEC, evitó señalar directamente la falta de Petro y en cambio enfatizó la importancia de la cooperación regional en temas como migración y protección del mar Caribe.
El silencio en redes y la incertidumbre crecen
Durante las 60 horas que permaneció ausente, el presidente no emitió mensajes propios en sus redes sociales, un comportamiento inusual dado su frecuente uso de estas plataformas para comunicar directamente con la ciudadanía. Su silencio fue interrumpido solamente por republicaciones de contenido oficial, aumentando la especulación sobre su paradero y estado.
La Oficina de Comunicaciones de la Casa de Nariño respondió limitando el acceso de periodistas al grupo de WhatsApp oficial, dificultando aún más la obtención de información sobre el mandatario.
La explicación tardía y la polémica
Finalmente, el sábado 31 de mayo, Gustavo Petro rompió su silencio a través de un mensaje en X (antes Twitter), donde aseguró que su ausencia se debió a una medida de autoprotección frente a amenazas contra su vida. Indicó que en ocasiones anteriores ha recurrido a «silenciarse digitalmente» para evitar poner en riesgo su integridad, mencionando incluso una alerta de posible ataque durante la COP16 en Cali.
«Silenciarse digitalmente es una medida de autoprotección. Se pierde uno de los asesinos. No es paranoia, es prevención«, expresó el presidente, rechazando los cuestionamientos y calificándolos de «ataques de celos» y búsquedas irracionales de su vida privada.
Reacciones encontradas
La reacción del mundo político fue inmediata. El exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas calificó la situación como una muestra de incertidumbre para el país, señalando que Colombia necesita «gobernar con certezas». Rafael Nieto Loaiza, exviceministro de Justicia, lamentó que Petro haya dejado plantados a numerosos líderes internacionales en un evento clave.
Por su parte, Gustavo Bolívar, cercano aliado de Petro, defendió la estrategia del presidente y criticó la excesiva dependencia mediática y social sobre su actividad en redes, sugiriendo que la vida política no se limita a la interacción digital.
Contexto de ausencias anteriores
La desaparición de Petro en Montería no es un hecho aislado. En ocasiones previas, el presidente ha sido criticado por no cumplir con su agenda en eventos internacionales importantes, generando cuestionamientos sobre su compromiso y la gestión de su administración.
Impacto y desafíos
La ausencia prolongada y la falta de información oficial han generado un clima de incertidumbre sobre el liderazgo presidencial y la transparencia del gobierno. Mientras algunos sectores defienden la necesidad de garantizar la seguridad del mandatario, otros insisten en la obligación de ofrecer explicaciones claras y oportunas, especialmente cuando se trata de compromisos internacionales de alta relevancia.
La gestión del presidente Petro en este episodio deja abiertas muchas preguntas sobre la forma en que su administración maneja la comunicación, la seguridad y la responsabilidad pública.