La empresa colombiana Credivalores, una de las firmas de servicios financieros más conocidas en el país, ha anunciado oficialmente su entrada en proceso de liquidación, luego de no lograr culminar su reestructuración bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.
La decisión pone fin a un complejo proceso que inició en 2024, cuando la compañía intentaba reorganizar pasivos por más de $1,5 billones de pesos colombianos. Según reportes de Redd Intelligence, conocidos por El Colombiano, los acreedores podrían iniciar acciones judiciales para recuperar activos, ante el colapso definitivo de la empresa.
Desde hace aproximadamente dos años, Credivalores había dejado de originar nuevos préstamos debido a la falta de financiación, sobreviviendo únicamente con su flujo de caja existente.
En agosto de 2024, la firma incumplió el pago de bonos por $95.940 millones de pesos, lo que activó una garantía del Fondo Nacional de Garantías (FNG), que cubrió el 70% del valor. El 30% restante quedó sin respaldo, aumentando la presión sobre los acreedores.
Como parte del proceso, la Nación se convierte en acreedor y transfiere la cartera a Central de Inversiones S.A. (CISA), entidad que ahora asumirá el rol en la junta de acreedores.
La situación ha encendido alertas entre inversionistas, quienes ahora contemplan la posibilidad de recuperar fondos persiguiendo activos de los accionistas. Entre ellos están los fondos internacionales GDA Luma, Gramercy y Acon, así como Crediholding, vinculado al fundador de la compañía, David Seinjet.
Con cientos de empleados y una extensa red de operaciones en el país, la liquidación de Credivalores representa un duro golpe para el sector financiero no bancario en Colombia y deja en el aire la situación de múltiples acreedores y extrabajadores.