La situación en el sistema de salud colombiano sigue generando alarma, especialmente en Bogotá, donde usuarios de la EPS Capital Salud enfrentan severas dificultades para acceder a sus tratamientos médicos. La queja generalizada apunta a la escasez de medicamentos y la entrega limitada de turnos para atención diaria.
En el punto de dispensación ubicado en el barrio Restrepo, operado por la cooperativa Cojan, solo se reparten 180 fichas por día, lo que obliga a muchos pacientes a llegar desde la madrugada y, aun así, regresar a casa sin sus fórmulas médicas.
«Vengo desde temprano y no me entregan la medicina. Llevo tres meses sin recibir almotergina para controlar mi epilepsia. No sé qué más hacer», denunció una mujer visiblemente afectada.
Ante la presión ciudadana, la cooperativa Cojan emitió un comunicado señalando que en las últimas semanas han tenido una demanda superior a la esperada. Aseguraron haber aumentado el personal y extendido los horarios de atención, aunque la problemática persiste.
La situación se agrava por el reciente decreto 572 de 2025, expedido por el Ministerio de Hacienda, que obliga a las EPS a anticipar pagos por concepto de retención en la fuente. Según el colectivo Todos por la Salud, esto ha reducido aún más el flujo de recursos de las entidades prestadoras, poniendo en riesgo la atención a miles de pacientes.
Esta problemática no es exclusiva de la capital. En Bucaramanga, por ejemplo, se han reportado casos de mujeres con cáncer de mama que no han podido acceder a sus tratamientos a tiempo, lo que podría comprometer sus procesos de recuperación.
Las autoridades han hecho un llamado a las EPS y al Gobierno Nacional para tomar medidas urgentes frente al desabastecimiento y garantizar el derecho a la salud de los ciudadanos, mientras los pacientes continúan enfrentando incertidumbre, filas interminables y el temor de que sus condiciones empeoren por la falta de medicamentos esenciales.