Aunque el Dane reportó una caída en la tasa de desempleo al 8,8% en abril, gremios como la ANDI y AmCham Colombia advierten que el crecimiento del trabajo por cuenta propia refleja un deterioro en la calidad del empleo y una informalidad superior al 56%.
La publicación del más reciente informe del DANE sobre el comportamiento del mercado laboral en Colombia generó reacciones encontradas. Aunque el reporte revela que en abril de 2025 la tasa de desempleo nacional fue del 8,8%, una disminución de 1,8 puntos porcentuales frente al mismo mes del año anterior, líderes gremiales como Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, y María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, advierten que esta mejoría aparente oculta un fenómeno de alto riesgo: el crecimiento de la informalidad laboral.
Según el análisis de la ANDI, de los 711.000 nuevos puestos reportados en el mes de abril, el 74% corresponde a trabajo por cuenta propia, lo que representa un ingreso masivo de más de 528.000 personas a la informalidad. “De los 711.000 nuevos trabajos, el 74%, es decir, 528.000 colombianos, entraron a ser por cuenta propia. En otras palabras, lo que estamos viendo es un incremento inmenso en la informalidad laboral de Colombia, y no estamos haciendo nada contra eso”, afirmó Mac Master, quien también advirtió que el término “cuenta propismo” se ha convertido en un eufemismo para describir el rebusque diario.
De acuerdo con los gremios, la informalidad alcanzó una tasa del 56,8% entre febrero y abril de este año. Esto, aseguran, desvirtúa la celebración que podría derivarse de la caída del desempleo, ya que el nuevo empleo que se está generando carece de garantías, protección social o sostenibilidad.
La preocupación del sector privado también recae en factores estructurales que están incentivando este fenómeno. Entre ellos, se señala el efecto de medidas gubernamentales como el significativo aumento del salario mínimo en términos reales, la incertidumbre política, y nuevas cargas fiscales, como los aumentos en retenciones y autorretenciones, que según la ANDI podrían frenar la creación de empleo formal durante el segundo semestre del año.
“Se deben brindar condiciones jurídicas, energéticas y de seguridad óptimas, que favorezcan la inversión y la creación de empresa”, propuso Bruce Mac Master, llamando a una estrategia nacional para contrarrestar la informalidad y fortalecer el empleo formal.
En sintonía con estas preocupaciones, María Claudia Lacouture, líder de AmCham Colombia, expresó que las cifras del DANE deben interpretarse con cautela. “El empleo ha crecido por el aumento del trabajo informal y de la contratación pública, dos fuentes que no garantizan ni estabilidad laboral ni sostenibilidad fiscal en el mediano y largo plazo”, aseguró.
Lacouture recalcó que la formalidad laboral no solo brinda estabilidad al trabajador, sino que también fortalece el sistema de protección social y eleva la competitividad económica del país. En ese sentido, criticó decisiones como el Decreto 0572 y algunos artículos de la reforma laboral actualmente en discusión en el Congreso, por considerar que van en contra de los esfuerzos por fortalecer el empleo formal.
“Se debe priorizar una visión de país que impulse el empleo formal y productivo, fortalezca el tejido empresarial y garantice condiciones equilibradas para todos los actores del mercado laboral”, concluyó la presidenta de AmCham Colombia.
En un contexto donde más de la mitad de la fuerza laboral trabaja sin garantías, el llamado de los gremios es claro: no basta con reducir el desempleo si a cambio se sacrifica la calidad del empleo. El verdadero reto del país está en generar condiciones que permitan transitar a una economía más sólida, inclusiva y formal.
Y.A.