Una fiesta organizada por disidencias de las FARC en el corregimiento de Villa Colombia, zona rural de Jamundí, ha generado preocupación y rechazo por parte de autoridades locales y nacionales, ante denuncias de que el evento habría sido utilizado para reclutar menores de edad.
La denuncia surgió tras la difusión de varios videos donde se observa la presencia de menores durante la celebración, así como la participación masiva de habitantes del sector. Según las autoridades, la asistencia habría sido forzada mediante amenazas por parte del grupo armado.
De acuerdo con el Ejército Nacional, la estructura Jaime Martínez, una de las facciones más activas de las disidencias en esta región del suroccidente colombiano, sería la responsable de organizar la actividad. En concreto, la columna Ricardo Velázquez, que opera en municipios como La Liberia, Ampudia, San Antonio y Villa Colombia, ha sido señalada por constreñir a las comunidades y usar este tipo de eventos como estrategia de influencia territorial.
“Estas estructuras ilegales buscan presentarse como gestores sociales, cuando en realidad instrumentalizan a la población civil y vulneran los derechos de niños y niñas”, aseguró el brigadier general Juan Carlos Rendón, comandante de la Tercera Brigada del Ejército.
La gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, se sumó a las voces de rechazo y expresó su preocupación por lo que calificó como una modalidad disfrazada de reclutamiento forzado.
“Estamos ante una violación flagrante de los derechos de los menores. Estas celebraciones son fachadas para atraer y manipular a niños y jóvenes, y debemos detenerlo con urgencia”, manifestó la mandataria.
La zona rural de Jamundí es considerada una de las más conflictivas del departamento, no solo por la presencia de actores armados ilegales, sino también por la proliferación de cultivos ilícitos. Se estima que existen al menos 1.795 hectáreas de hoja de coca, lo que agrava el control territorial y dificulta la labor de las autoridades.
El Ejército denunció además que estos grupos han utilizado a la comunidad para impedir la acción de la fuerza pública, incluso promoviendo asonadas para proteger sus actividades ilegales.
Finalmente, las autoridades hicieron un llamado urgente a los habitantes de la región para que denuncien este tipo de hechos y colaboren con la Fuerza Pública, con el fin de prevenir el reclutamiento infantil y frenar la expansión de los grupos armados en el Valle del Cauca.