Credito: Entrevista En la RAYA con Cecilia Orozco
“La historia no se puede borrar. Fui víctima del gobierno de Álvaro Uribe Vélez y del aparato de poder que quiso callarme por revelar la verdad”, afirma con firmeza Yidis Medina, la excongresista que protagonizó uno de los escándalos más recordados de la historia reciente de Colombia: la «Yidispolítica».
En 2008, Medina confesó públicamente haber recibido beneficios indebidos para cambiar su voto en favor del proyecto que permitió la reelección presidencial de Álvaro Uribe. Esa confesión desató una tormenta política que llevó a la Corte Suprema de Justicia a condenarla por el delito de cohecho, imponiéndole una pena de 47 meses de prisión. Inicialmente enviada a la cárcel El Buen Pastor, fue posteriormente beneficiada con detención domiciliaria, debido a su condición de madre cabeza de hogar.
“Pagué con cárcel por decir la verdad. Fui la única condenada en un escándalo donde había muchos implicados. La justicia fue conmigo más dura que con los poderosos”, asegura Medina, refiriéndose a los funcionarios del gobierno Uribe que también estuvieron involucrados, como Sabas Pretelt de la Vega y Diego Palacio Betancourt.
La excongresista relata cómo, tras su condena, fue víctima de una campaña sistemática de persecución. “Me vigilaron, me interceptaron, me llamaron guerrillera, loca, criminal. Me estigmatizaron públicamente porque me atreví a denunciar a Uribe y sus ministros”, sostiene. Según ella, fue blanco de un operativo de desprestigio ejecutado por el extinto DAS y sectores del gobierno.
En 2018, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca falló a su favor y ordenó al Estado pedirle disculpas públicas por el espionaje ilegal y la persecución institucional que sufrió. Sin embargo, Medina denuncia que la sentencia nunca fue cumplida, y responsabiliza a las administraciones de Juan Manuel Santos e Iván Duque de haber ignorado el fallo debido a la “invasión del uribismo” en las instituciones del Estado.
Asegura que el video donde admite el soborno, grabado por el periodista Daniel Coronell en 2004, fue su forma de protegerse ante las amenazas. “Fue mi seguro de vida. Lo acordamos así con Coronell: si algo me pasaba, el video se publicaría. Cuando supe que no iban a cumplir y que mi vida corría peligro, lo autoricé. Y se conoció”.
El expresidente Uribe ha negado cualquier participación en sobornos y ha calificado a Medina como extorsionista. Sin embargo, con el paso de los años, los procesos judiciales han ido dando la razón a la excongresista. En 2018, un fallo ordenó al Estado pedirle disculpas públicas por el daño sufrido debido a los seguimientos ilegales del DAS y a la persecución mediática y judicial.
A pesar de esa victoria judicial, Medina afirma que ni los gobiernos de Santos ni de Duque cumplieron con el fallo. Hoy prepara una nueva demanda contra el Estado colombiano por desacato. “La justicia me ha dado la razón. Ahora exijo que esa justicia se haga efectiva. No voy a callarme”.
“Ese fallo es un acto de justicia que sigue pendiente. No se cumplió porque muchos aún le temen al poder de Uribe. Pero yo no me voy a rendir. Si el Estado no cumple, acudiré a las instancias internacionales”, advirtió Medina, quien actualmente prepara una nueva demanda por desacato contra el Estado colombiano.
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