El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, Jorge Bedoya, llamó a la protesta pacífica y alertó que el país podría revivir las consecuencias del paro de 2021, que afectó gravemente la seguridad alimentaria.
La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) encendió las alarmas ante los riesgos que representa el paro de 48 horas convocado para este 28 y 29 de mayo. A través de su presidente, Jorge Bedoya, la organización pidió que las jornadas de protesta se desarrollen de forma pacífica y sin afectar la seguridad alimentaria del país, especialmente a través de bloqueos en las vías, como los que marcaron el paro nacional de mayo de 2021.
Bedoya fue enfático en advertir que “la protesta social debe ser pacífica y jamás debe atentar contra la seguridad alimentaria de los colombianos como ocurrió en mayo del 2021”, haciendo memoria de un episodio que dejó huella en el sector agropecuario. Durante ese mes, se registraron alrededor de 3.000 bloqueos en diferentes carreteras del país, generando desabastecimiento, pérdidas millonarias en productos perecederos y un incremento abrupto en el precio de los alimentos.
El líder gremial señaló que, como consecuencia directa de los bloqueos de entonces, miles de litros de leche fueron desechados al no poder ser transportados a las plantas procesadoras, y miles de aves ponedoras fueron sacrificadas por falta de alimento, afectando un 24% de la producción nacional de huevo.
“La comida de los colombianos subió más en un solo mes de lo que normalmente sube en un año. La inflación de alimentos en mayo del 2021 fue del 5,3%, mientras que la inflación total de 2024 fue de 5,2%. Eso demuestra el daño inmenso que generan los bloqueos viales”, recalcó Bedoya.
Además de los datos históricos, el presidente de la SAC compartió testimonios recientes de productores agropecuarios que ya están sufriendo afectaciones debido al cierre de vías, lo cual indica que la situación podría repetirse si no se garantiza el flujo de bienes esenciales.
Desde Cundinamarca, un pequeño ganadero relató que, debido a los cierres, no ha logrado trasladar la leche a las plantas de transformación en Zipaquirá. “No tenemos ya dónde guardar la leche, ya prácticamente nos toca botarla a los ríos, a los vallados, porque no hay cómo transformarla”, expresó con preocupación.
En el Tolima, un médico veterinario que trabaja en granjas avícolas explicó que los bloqueos impiden la llegada de alimento para las aves y el transporte de los huevos fértiles. “Somos una empresa con 300 mil gallinas y producimos a diario 250 mil huevos fértiles que van a incubación. Las gallinas se están muriendo de hambre y los huevos se pierden”, afirmó.
En Cartago, Valle, otro productor informó que tuvo que botar 7.000 litros de leche al no poder entregarla a la empresa recolectora ni siquiera regalarla a la comunidad, debido a las vías cerradas.
Frente a estos hechos, Bedoya hizo un llamado especial a los transportadores y a quienes participarán en las movilizaciones. “A los señores camioneros, que tan renuentes son a hacer el corredor humanitario, que por lo menos pongan la mano en el corazón y dejen pasar esa comida”.
Finalmente, el presidente de la SAC subrayó que ninguna forma de protesta debe pasar por encima de los derechos fundamentales. “Ojalá lo que se venga sea pacífico, sin violar el derecho al trabajo, sin violar el derecho a la vida y sin violar el derecho a la alimentación, que tiene que estar garantizado para todos los colombianos. Esto no puede repetirse jamás”.
La advertencia de la Sociedad de Agricultores de Colombia no solo pone en evidencia los riesgos económicos de los bloqueos viales, sino también los efectos humanos de una protesta que, si no se maneja con responsabilidad, puede golpear duramente la mesa de millones de hogares colombianos.
Y.A.