En Colombia, la ley no solo regula cómo se debe manejar, sino también quién puede enseñar a hacerlo. Aunque es tradición que muchos padres guíen a sus hijos en las primeras clases de manejo, esta práctica está en riesgo por las normas vigentes.
El Código Nacional de Tránsito Terrestre, conocido como la ley 769 de 2002, establece que solo los Centros de Enseñanza Automovilística autorizados pueden impartir clases de conducción. Enseñar a manejar en la calle, sin estar en una academia registrada, es una infracción que puede acarrear una multa considerable.
Así lo señala también la ley 1397 de 2010, que regula el funcionamiento de estas escuelas de manejo, dejando claro que el aprendizaje en vías públicas debe ser supervisado por profesionales certificados.
Por eso, padres que acostumbran a enseñar detrás del volante a sus hijos, deben tener cuidado. Más allá de la tradición, el desconocimiento de la norma podría salir muy caro y poner en riesgo su bolsillo.
La recomendación es clara: para evitar sanciones, es mejor que las primeras lecciones de manejo se realicen en escuelas especializadas y con la debida autorización del Ministerio de Transporte.