*En el Día Internacional de la Salud para las Mujeres, se comparten los padecimientos que más afectan a las colombianas y se hace un llamado a mejorar el acceso a servicios médicos de calidad y promover el autocuidado.
Redacción Sociales
LA LIBERTAD
Cada 28 de mayo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Salud de las Mujeres, una fecha para reflexionar, visibilizar y actuar frente a las múltiples barreras que enfrenta el género femenino en el acceso a una atención médica digna, integral y equitativa.
Si bien es cierto que ser hombre o mujer influye en la salud por factores biológicos, también lo es que las mujeres suelen estar en desventaja debido a condiciones sociales, culturales y económicas que afectan profundamente su bienestar físico y emocional.
Tal y como lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud de las mujeres y las niñas es motivo de especial preocupación, pues, en muchas sociedades, se ven desfavorecidas por una discriminación arraigada en factores socioculturales que impiden que alcancen el mejor nivel de salud posible.
En Colombia, hablar de la salud de las mujeres implica mucho más que atender enfermedades. Es pensar en prevención, acceso oportuno, autocuidado y acompañamiento.
“Cuando fortalecemos la prevención y mejoramos el acceso a servicios de salud, no solo evitamos complicaciones médicas, sino que contribuimos a que las mujeres se sientan acompañadas, informadas y protegidas”, asegura Javier Correa, gerente de Atención Primaria en Zentria.
Los avances en salud femenina son innegables, pero todavía hay desafíos por superar. Entre los más urgentes están:
• Cáncer de cuello uterino y de mama: son los tipos más comunes entre las mujeres colombianas. Cada año se registran más de 15.500 casos nuevos de cáncer de mama y más de 27.000 casos prevalentes de cáncer de cuello uterino, según el Instituto Nacional de Cancerología. Las citologías, mamografías y diagnósticos tempranos son la mejor defensa para reducir estas cifras.
• Trastornos hormonales y ginecológicos: afecciones como el síndrome de ovario poliquístico, la endometriosis o problemas del suelo pélvico afectan de forma significativa la calidad de vida. Su detección temprana y tratamiento adecuado hacen la diferencia.
• Salud mental: la ansiedad, la depresión y el agotamiento emocional afectan con mayor frecuencia a las mujeres. Muchas veces, por la carga social y familiar que asumen, sus emociones se invisibilizan o se minimizan.
Uno de los aspectos más olvidados, pero fundamentales en la salud femenina, es la salud menstrual. A pesar de que la menstruación es un proceso natural, sigue estando rodeado de tabúes, desinformación y, sobre todo, desigualdad.
Y es que a nivel país, 1 de cada 4 niñas no tiene acceso regular a productos menstruales adecuados, lo que no solo afecta su salud, sino también su educación y su autoestima. De hecho, según cifras del Dane, el 15,1% de las mujeres ha tenido dificultades económicas para adquirir estos productos.
Ellas también son importante
Otra gran realidad es que son muchas las mujeres que han antepuesto las necesidades de otros, hijos, pareja, familia, a las suyas propias, descuidando su salud. En este proceso, se aseguran de que sus hijos estén vacunados, pero olvidan que ellas también deben protegerse. Aquí es donde la inmunización toma un papel vital.
La vacunación no es solo una herramienta médica, es un derecho humano y una inversión en el bienestar de la mujer y de la sociedad. La OMS señala que la inmunización reduce la mortalidad materna e infantil, y al proteger especialmente a las niñas y mujeres, contribuye a su participación activa y segura en todos los ámbitos de la vida.
Cáncer, la amenaza que se hace más fuerte
Todas las mujeres tienen riesgo de desarrollar cáncer, pero ciertos factores, como los genes, el estilo de vida o el entorno, aumentan esta probabilidad. Lo preocupante es que, según la Sociedad Americana Contra el Cáncer, los casos están aumentando entre mujeres jóvenes, mientras que entre los hombres tienden a disminuir.
El cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Y si bien su diagnóstico temprano puede salvar vidas, la falta de información, acceso o recursos hace que muchas mujeres enfrenten esta enfermedad tarde, y solas.
Entre las condiciones que también afectan principalmente a las mujeres, y que muchas veces es minimizada, se encuentra la migraña. Se estima que tres de cada cuatro personas que la sufren en Estados Unidos son mujeres, siendo no solo más frecuentes, sino también más intensas y discapacitantes en ellas.
Garantizar la salud de las mujeres no es solo un acto de justicia social, sino una inversión para el desarrollo de comunidades más equitativas, sanas y sostenibles.
En este Día Internacional de la Salud de las Mujeres, el llamado es que todas, sin importar su edad, condición o lugar de origen, tengan acceso a servicios de salud dignos, información clara, productos básicos, espacios seguros y atención con enfoque humano; porque cuidar a una mujer es cuidar el corazón de una sociedad.