Venezuela celebra este domingo unas elecciones clave en medio de un clima político dividido. Más de 21 millones de ciudadanos están convocados para elegir a 285 diputados de la Asamblea Nacional, 24 gobernadores y 260 legisladores regionales. Pero la jornada llega marcada por una fuerte fractura en la oposición: mientras algunos líderes llaman a participar, otros denuncian un proceso “fraudulento”.
El presidente Nicolás Maduro inauguró la jornada electoral con un mensaje institucional, celebrando la “fiesta democrática” y asegurando que “el pueblo ejerce su poder y soberanía”. Instó a votar en paz, en familia y en comunidad, destacando la importancia de elegir a quienes “defenderán la paz, la recuperación económica y la estabilidad”.
Desde la oposición, el ex candidato presidencial Henrique Capriles hizo un llamado a transformar la indignación en acción, criticando a los sectores que promueven la abstención. “Desde el silencio no vamos a derrotar al gobierno”, advirtió en un video difundido en redes, pidiendo a los venezolanos usar el voto como forma de resistencia.
En contraposición, María Corina Machado reafirmó su rechazo total al proceso electoral. Con un escueto “No” publicado en su cuenta de X (antes Twitter), la líder opositora dejó claro su llamado a la abstención, argumentando que se trata de una elección sin legitimidad.
El Consejo Nacional Electoral ha desplegado más de 15 mil centros de votación en todo el país. A pesar de la movilización, persiste el escepticismo ciudadano y la incertidumbre sobre la transparencia del proceso, especialmente tras las cuestionadas elecciones presidenciales de julio, en las que el oficialismo se adjudicó una victoria por un margen mínimo.
La jornada de hoy no solo definirá cargos públicos, sino que servirá como termómetro del descontento, la fragmentación opositora y la legitimidad del poder en Venezuela.