La creciente ola de violencia en el sur del departamento del Cesar alcanzó un nuevo punto crítico este fin de semana, cuando un grupo armado ilegal ejecutó un ataque con explosivos improvisados que terminó con la destrucción de 22 maquinarias utilizadas en obras viales.
El hecho tuvo lugar en la carretera que comunica los municipios de Pelaya y Curumaní, generando alarma entre la población y afectando seriamente la movilidad y las labores de mantenimiento vial.
Aunque no se reportaron víctimas, las pérdidas materiales son significativas, y el temor se ha apoderado de las comunidades cercanas.
Las autoridades locales atribuyen el atentado a estructuras criminales que actúan en esta zona del departamento, la cual ha sido escenario de múltiples hechos de inseguridad en las últimas semanas.
Ante la gravedad del ataque, el secretario de Gobierno del Cesar, Eduardo Esquivel, elevó un llamado urgente al presidente Gustavo Petro y al ministro de Defensa, Iván Velásquez, solicitando acciones inmediatas del Gobierno Nacional. “Lo que está ocurriendo en el sur del Cesar requiere atención prioritaria. La comunidad vive con miedo y los trabajadores de las vías no cuentan con garantías para ejercer su labor”, afirmó el funcionario.
Esquivel insistió en la necesidad de incrementar la presencia de la fuerza pública y avanzar en las investigaciones que permitan identificar y capturar a los responsables del atentado, al tiempo que urgió una respuesta articulada del Estado para frenar el deterioro del orden público.
En respuesta al ataque, las autoridades han comenzado labores de inspección técnica y recolección de pruebas con el objetivo de esclarecer lo ocurrido y prevenir nuevos hechos de violencia en esta región del país.