Juan Pablo Guanipa, aliado de María Corina Machado, detenido por el régimen venezolano bajo acusaciones de terrorismo

A solo dos días de las elecciones regionales y parlamentarias, el gobierno de Nicolás Maduro arresta al exdiputado opositor Juan Pablo Guanipa, al que acusa de liderar una red terrorista con planes para sabotear los comicios.

El arresto del exdiputado Juan Pablo Guanipa, figura clave de la oposición venezolana y aliado cercano de María Corina Machado, ha desatado una nueva ola de tensión política en Venezuela. Según informó este viernes el ministro del Interior, Diosdado Cabello, el dirigente fue capturado en un operativo nocturno en Caracas por presuntamente encabezar una red terrorista que planeaba boicotear las elecciones regionales y parlamentarias programadas para este domingo, 25 de mayo.

Cabello, uno de los voceros más radicales del chavismo, afirmó que Guanipa fue capturado en una vivienda por la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y trasladado en un vehículo oficial. El hecho fue mostrado en un video transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV), en el cual se observa la irrupción de los agentes en el inmueble y el traslado inmediato del opositor.

Juan Pablo Guanipa opositor venezolano junto a Maria Corina Machado

El alto funcionario no escatimó en calificativos al acusar a Guanipa de ser el “jefe de esta red que intenta boicotear las elecciones” mediante presuntos planes de ataques a embajadas, comandos policiales, hospitales, instalaciones eléctricas, petroleras y estaciones de servicio. “Él se ufanaba, se burlaba, se creía intocable, invisible, pero los organismos de seguridad del Estado venezolano han demostrado que aquí no hay nadie invisible”, enfatizó Cabello.

La detención ocurre en medio de una creciente tensión política, cuando faltan menos de 48 horas para unos comicios que han sido denunciados como una “farsa” por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la principal coalición opositora del país, de la cual forma parte Juan Pablo Guanipa. Desde hace meses, el exdiputado se encontraba en la clandestinidad, argumentando persecución política por parte del régimen.

Guanipa es también conocido por haber sido primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, y uno de los más fervientes defensores del triunfo que la oposición adjudica a Edmundo González Urrutia en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. La última vez que se le vio públicamente fue el 9 de enero de este año, cuando acompañó a María Corina Machado en una multitudinaria manifestación en Caracas.

En declaraciones pasadas, el dirigente calificó al actual gobierno como una dictadura y declaró que la única negociación válida era la salida definitiva de Nicolás Maduro. “El régimen quiere mantenerse a toda costa, incluso en contra de la voluntad del pueblo”, aseguró en una entrevista con la agencia EFE en octubre.

A la complejidad del caso se suma un componente familiar y político: su hermano, Tomás Guanipa, participa en las elecciones de este domingo, lo que provocó su expulsión del partido Primero Justicia (PJ) junto con otras figuras, como Henrique Capriles, por separarse de la línea oficial de la PUD.

Mientras tanto, sectores de la oposición y organismos internacionales observan con preocupación el contexto de represión previo a los comicios. Diversas organizaciones de derechos humanos ya han comenzado a denunciar lo que consideran una persecución sistemática contra dirigentes opositores. La detención de Juan Pablo Guanipa podría ser leída como un nuevo intento del régimen de neutralizar cualquier liderazgo que cuestione su legitimidad.

La reacción del antichavismo no se hizo esperar. Voceros de la PUD condenaron el arresto y lo calificaron como un “acto desesperado” del gobierno. “Esto es una muestra más de que Maduro no confía ni en sus propias elecciones. Tiene miedo del pueblo”, declaró un portavoz en redes sociales.

A medida que se acerca la jornada electoral, marcada por la exclusión de observadores independientes y la censura a medios críticos, la incertidumbre crece tanto dentro como fuera del país. La detención de Guanipa podría ser un punto de inflexión en un proceso que ya se encontraba viciado de origen y empañado por señalamientos de fraude, represión y falta de garantías democráticas.

Y.A.