En la penumbra del jueves, justo cuando la tranquilidad empezaba a instalarse en el barrio Caldas, de Baranoa, el estruendo seco de varios disparos rompió el silencio.
Eran cerca de las 9:00 p.m. cuando, según reportes de testigos, un hombre armado se acercó caminando por la calle 15B con carrera 22 —a la altura del sector conocido como puente La Vergüenza— y abrió fuego contra un grupo de jóvenes reunidos en el lugar.
La ráfaga fue fugaz, pero letal. Cinco personas cayeron al suelo, una de ellas sin vida. Se trataba de Jaikell Nilson Padilla Zúñiga, de apenas 20 años, quien falleció tras ser trasladado a la Clínica Reina Catalina. Entre los heridos hay un adolescente de 17 años, cuya condición médica aún no ha sido detallada oficialmente.
Las víctimas fueron auxiliadas por vecinos del sector y posteriormente atendidas en centros médicos del municipio. El atacante, según testigos, huyó a pie inmediatamente después del atentado.
El crimen, que vuelve a encender las alarmas sobre la seguridad en este municipio del Atlántico, es investigado por unidades de la Sijin y la Sipol, que ya adelantan labores de inteligencia para dar con el paradero del responsable.
Mientras tanto, la comunidad exige respuestas y presencia permanente de las autoridades. En Baranoa, el miedo vuelve a recorrer las calles.