Durante el Cabildo Abierto, el presidente Gustavo Petro lanzó un mensaje sin ambigüedades al crimen organizado en Barranquilla: “Vamos a pacificar esta ciudad, ya que el alcalde no pudo”. El mandatario confirmó que su gobierno iniciará diálogos directos con bandas criminales juveniles de la capital del Atlántico, replicando una estrategia de intervención social y desmovilización que, según afirmó, ya ha dado resultados en Medellín.
“Queremos que esas bandas juveniles dejen de prestarle servicios al traqueto y al político que van de la mano”, declaró Petro ante miles de asistentes. “Queremos que hagan la paz, que no ataquen a su vecino, que no ataquen al otro joven. Vamos a escucharlos, vamos a dialogar con ellos y con sus presos, y así vamos a pacificar a Barranquilla”.
La intervención presidencial dejó al descubierto la preocupación del Ejecutivo por la expansión del microtráfico en la ciudad, que según Petro ha puesto a jóvenes en la mira de estructuras criminales dedicadas al narcotráfico. “Un pedazo del mercado del microtráfico, el negocio con el traqueto, lleva a que un joven cargue un bulto de cocaína hasta el barco o la bodega. Así es la violencia hoy en Barranquilla”, denunció.
El jefe de Estado rechazó categóricamente que el Puerto de Barranquilla, al igual que los de Cartagena, Santa Marta y Buenaventura, siga siendo una plataforma de exportación de cocaína. “Esto no puede continuar. Vamos a cambiar la historia del Caribe”, expresó.
«El crimen no se combate con represión, sino con justicia social»
El mandatario fue enfático en su diagnóstico: la violencia urbana en la costa no se resuelve solo con policía. “No podemos dejar la juventud en manos del narcotráfico mundial, despedazándola. Necesitamos deseducarla de la cultura criminal, protegerla, asegurarla. Y para eso se necesita justicia social”, insistió.
En su discurso, Petro vinculó la falta de oportunidades con la captura de sectores populares por estructuras criminales. “Yo no estoy aquí para pedir votos. No quiero reelegirme, no soy un adicto al poder. Lo que quiero es que esa juventud tenga oportunidades. Por eso les ofrecemos la mano”, sostuvo.
Reveló que una ministra de su gobierno intentó sabotear los diálogos con bandas en Medellín por no entender “por qué se podía hablar con bandidos”. Petro defendió esa política afirmando que “los políticos también hablan con bandidos, pero a escondidas; nosotros lo hacemos de frente para dar segundas oportunidades”.









