Redacción Sociales
LA LIBERTAD
En el marco del Día de la Afrocolombianidad, una fecha que invita a la reflexión sobre la riqueza cultural, el reconocimiento de los derechos y el legado histórico de las comunidades afrodescendientes en Colombia, la voz de mujeres líderes cobra un valor esencial.
Una de esas es la de la Dra. Carmen Meléndez, docente con funciones de coordinación en el programa de Licenciatura en Educación Física, Recreación y Deportes de la Universidad del Atlántico, quien se ha dedicado no solo a la academia, sino también a la promoción de los derechos humanos, la equidad de género y el fortalecimiento de la identidad cultural a través del arte y la educación.
Durante una entrevista con Diario LA LIBERTAD, la Dra. Meléndez compartió una mirada sobre lo que representa ser mujer afrocolombiana en la actualidad, destacando que, más allá de una categoría étnica, lo esencial para ella es la condición humana.
“En la medida en que el mundo ha ido evolucionando, nos hemos ido quedando encerrados y encerradas en unos paradigmas de exclusión que se convierten en ataduras”, expresó, cuestionando la manera en que los estereotipos sociales limitan el potencial individual y colectivo.
Y es que para la lideresa, el color de piel no debería ser un factor determinante, por lo que considera que lo realmente urgente en la sociedad actual es erradicar la estigmatización hacia la mujer en todos sus ámbitos.
Al hablar sobre los avances en la representación de la mujer en los espacios públicos y culturales, fue enfática en afirmar que, si bien se han logrado ciertos progresos, aún existen barreras que impiden una inclusión plena.
“No creo en la igualdad, sino en el respeto por las diferencias. cada persona tiene unas condiciones específicas que hay que valorar y respetar. El arte, por ejemplo, aún es percibido como simple entretenimiento, y eso minimiza su verdadero valor en la transformación social y en la salud integral”, señaló.
Durante la entrevista, Melendez también reconoció que muchas de las barreras persistentes son de índole cultural y generacional. Desde su experiencia, la desvalorización de la mujer y de las personas con piel oscura tiene raíces profundas que deben ser abordadas desde la educación, los medios de comunicación, los hogares y, sobre todo, a través de políticas públicas inclusivas.
“Más que un color de piel, todos y todas las personas que hemos nacido en este país somos colombianos y colombianas, entonces, no se trata de homogenizar, sino de reconocer que somos una nación diversa, una colombianidad tejida con aportes africanos, europeos e indígenas”, precisó.
Igualmente, considera importante enfocarse en el crecimiento personal como un reto y un compromiso con la persona misma. Desde su perspectiva, el verdadero desafío está en transformarse interiormente, en convertirse en un ejemplo a seguir a través del esfuerzo, la superación y la fe.
“Con Dios yo puedo convertirme en un referente social y en un ejemplo de saber que no es por el color de piel que yo no puedo alcanzar mis sueños y que aún cuando la sociedad me diga que no, yo digo que sí”, puntualizó.
Respecto al empoderamiento de las mujeres afrodescendientes, afirmó que este proceso se está dando de manera interesante, sobre todo, desde el ámbito educativo e intelectual.
“Hoy las mujeres estamos comprometidas con formarnos, no solo para obtener títulos, sino para aportar al país desde el conocimiento. Eso es transformación”, detalló, dejando claro que las oportunidades que ha tenido no han llegado por su color de piel, sino por el reconocimiento de su trabajo por parte de personas sensibles y comprometidas con el progreso colectivo.
Finalmente, la Dra. Meléndez reafirmó su compromiso con Colombia como su comunidad, y con la acción social desde espacios como la Fundación Cultural Mujeres en Acción y la Corporación Folclórica Carnaval.
“Actúo como mujer cristiana, feminista, convencida de que el amor al prójimo es la base de la justicia y la equidad”, concluyó.
En el marco del Día de la Afrocolombianidad, hace un llamado a mirar más allá del color de piel y abrazar una transformación real que reconozca, respete y valore la diversidad que enriquece a todo el país.












