
Durante su visita a la capital del Atlántico, el ministro del Interior criticó duramente al Legislativo por bloquear la consulta popular y defendió la necesidad de una reforma laboral con respaldo ciudadano.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, expresó con firmeza su inconformidad por el reciente hundimiento de la consulta popular, durante una visita a Barranquilla este fin de semana. En un encuentro con asociaciones, sindicatos y movimientos sociales del departamento del Atlántico, Benedetti criticó con dureza al Congreso de la República por bloquear la posibilidad de que los colombianos pudieran pronunciarse directamente sobre temas clave como la reforma laboral.
«En la Comisión Séptima, un grupo de personas que no son ponentes firmaron la ponencia negativa negando así que hubiese un debate o una confrontación de ideas o argumentos en esa comisión y cerraron el debate«, manifestó Benedetti ante los asistentes. Su declaración apuntó a una supuesta maniobra parlamentaria para evitar que se diera una discusión abierta en el Legislativo. El ministro calificó estas acciones como una “cosa de malandrines” y cuestionó la transparencia del proceso legislativo: “Entonces uno no entiende cómo se puede confiar en el Congreso”.
El ministro también aprovechó su intervención para insistir en la urgencia de garantizar los derechos de la clase obrera, reiterando que el país necesita una reforma laboral que permita dignificar el trabajo y asegurar garantías mínimas. «Se necesita el derecho a que el pueblo vote sobre una reforma laboral y sobre unos derechos para la clase obrera, puesto que aquí a la gente no le pagan después de 8 horas de trabajo sus horas extras o domingo o el trabajo de un festivo como se requiere», denunció.
Benedetti defendió que el instrumento de la consulta popular representaba una vía legítima para que los colombianos pudieran expresar su voluntad frente a temas fundamentales de justicia social. Para el funcionario, negar esa posibilidad fue una negación al derecho democrático del pueblo de participar en las grandes decisiones del país. “Por eso se necesitaba la voluntad popular expresada dentro de la consulta popular para garantizar estos derechos”, subrayó.
Durante su visita a Barranquilla, Benedetti también anunció su respaldo al cabildo abierto convocado por diversas organizaciones sindicales y sociales que tendrá lugar este martes 20 de mayo. El evento, que se desarrollará a partir de las 2:00 de la tarde, espera contar con la presencia del presidente Gustavo Petro, quien ha manifestado en reiteradas ocasiones su respaldo a las reformas sociales y laborales impulsadas por su gobierno.
«Este cabildo abierto no lo convoca el Gobierno, lo convocan las organizaciones sindicales y sociales que quieren un país más justo. Estoy aquí para acompañarlos y escuchar sus propuestas», afirmó Benedetti. La convocatoria ha generado expectativa en la ciudad y se perfila como un escenario para que diversas voces expresen su respaldo a las reformas propuestas desde el Ejecutivo.
La reforma laboral, en especial, ha sido uno de los proyectos más debatidos durante el actual gobierno, con una fuerte oposición por parte de algunos sectores del Congreso y gremios económicos. Entre los puntos más discutidos se encuentran la formalización del empleo, la remuneración de horas extras y dominicales, y las condiciones laborales para sectores vulnerables. El fracaso de la consulta popular representa un nuevo obstáculo para el avance de este proyecto, que el gobierno esperaba impulsar con el respaldo directo de la ciudadanía.
En ese contexto, el ministro del Interior insistió en que el Ejecutivo seguirá buscando mecanismos de participación que permitan ampliar la voz de los sectores sociales históricamente marginados. «El pueblo no puede quedar silenciado por maniobras parlamentarias. Si no nos dejan hablar en el Congreso, hablaremos en las calles y en los cabildos», concluyó.
El ambiente en Barranquilla está marcado por la expectativa de este nuevo encuentro entre el Gobierno y los movimientos sociales, donde se espera que se renueve el impulso a una agenda de transformaciones laborales que, según sus promotores, busca justicia y equidad para los trabajadores colombianos.
Y.A.