Santa Marta: La guerra invisible que azota el sur de la ciudad

En el sur de Santa Marta, la violencia se ha convertido en una sombra constante que acecha a los habitantes de barrios como María Eugenia, Primero de Mayo y El Pando.

En solo una semana, cuatro personas han perdido la vida y cinco más han resultado heridas en medio de enfrentamientos entre las organizaciones criminales ‘Los Pachencas’ y ‘El Clan del Golfo’, quienes luchan por el control del microtráfico en la región.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades por contener la situación, con operativos de seguridad que incluyen la presencia de la Policía y el Ejército, los residentes siguen viviendo con temor. «Los buenos somos más», afirman desde la Alcaldía, pero en las calles lo que se impone es el silencio y la incertidumbre. Muchos temen que, una vez se retiren las fuerzas del orden, la violencia regrese con más fuerza.

Los enfrentamientos entre estos grupos armados ilegales han dejado una estela de dolor y desolación. Las víctimas, en su mayoría jóvenes, han sido asesinadas a plena luz del día, sin que las balas distingan entre culpables e inocentes. La comunidad clama por una respuesta más efectiva por parte del Estado y por una solución que garantice la paz y la seguridad en sus hogares.

La situación es crítica y requiere de una acción inmediata y contundente para evitar que la violencia siga cobrando más vidas y destruyendo el tejido social de estos barrios. La paz en Santa Marta depende de la voluntad política, la cooperación de las autoridades y el compromiso de la comunidad para erradicar la violencia que la azota.