El abastecimiento de gas natural en Colombia enfrenta un panorama incierto ante la advertencia de un posible fenómeno de El Niño en 2027, lo que podría profundizar la crisis de suministro que ya afecta a distintos sectores económicos del país.
Actualmente, gracias a las importaciones de gas que se procesan en la planta de Barú, empresas como Vanti y sus filiales logran garantizar el servicio sin interrupciones en ciudades como Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Villavicencio, Manizales, Pereira, Armenia, Ibagué, Neiva y Yopal. Este suministro resulta clave para los sectores industrial, comercial y de transporte vehicular, que dependen del combustible para su operación diaria.
Sin embargo, expertos advierten que un nuevo episodio de El Niño podría reducir drásticamente la disponibilidad de gas natural, ya que la totalidad del recurso importado tendría que ser destinado al funcionamiento de plantas térmicas. La situación se tornaría aún más compleja si el Gobierno Nacional no acelera la ejecución del proyecto de importación anunciado por Ecopetrol, considerado esencial para prevenir un desabastecimiento a gran escala.
El sector energético y las autoridades locales han pedido celeridad en la implementación de esta infraestructura clave, con el fin de mitigar los efectos de una posible emergencia energética en los próximos años.
