Acoset advierte que una reforma construida sin incluir al sector productivo puede restringir el empleo y afectar el desarrollo económico del país. Piden mayor apertura del Gobierno y el Congreso a sus aportes técnicos.
Empresas de Servicios Temporales alzaron su voz ante el reciente trámite que recibió la reforma laboral en la Comisión Cuarta del Senado. A través de un comunicado, la Asociación Colombiana de Empresas de Servicios Temporales (Acoset) exhortó tanto al Congreso de la República como al Gobierno Nacional a garantizar un debate más equilibrado e incluyente sobre el articulado revivido por el Senado, que busca transformar de manera sustancial el panorama del trabajo en Colombia.
El presidente de Acoset, Miguel Pérez García, expresó que es imperativo incorporar las voces de todos los sectores involucrados en el ecosistema laboral, especialmente aquellas que representan a los generadores de empleo formal y a los trabajadores que acceden al mercado laboral por medio de esquemas legales y regulados.
“Reconocemos la voluntad del Gobierno de insistir en una reforma laboral que responda a los desafíos del mundo del trabajo actual, pero es fundamental que dicha reforma no se construya a espaldas de la realidad productiva del país”, señaló el dirigente gremial.
El pronunciamiento de Acoset llega en un momento crítico del debate nacional, justo cuando la reforma laboral impulsada por el Ejecutivo fue revivida en el Senado tras no haber prosperado en la legislatura anterior. Desde el sector privado, crecen las inquietudes sobre el rumbo que podría tomar el proyecto sin una concertación amplia y técnicamente sustentada.
Pérez García enfatizó que la organización que representa está a la expectativa del desarrollo del debate parlamentario y reiteró su disposición para aportar en las mesas técnicas con cifras, estudios de caso y propuestas que puedan fortalecer una política pública en favor del empleo digno y formal.
“Estamos dispuestos a participar activamente en las mesas técnicas, aportar con cifras, experiencias y propuestas que contribuyan a una reforma que realmente fortalezca el empleo digno y formal. Colombia necesita una reforma laboral que mejore los escenarios para los trabajadores, pero también realista y concertada”, afirmó.
La preocupación central de Acoset radica en que una reforma laboral adoptada sin considerar la perspectiva del sector empresarial puede producir efectos adversos, como la disminución de la oferta de trabajo, la informalidad o el desincentivo a la contratación, especialmente en sectores que históricamente han sido generadores de primer empleo y oportunidades para poblaciones vulnerables.
“El país no puede permitirse una reforma que, en lugar de generar empleo, lo restrinja”, advirtió el presidente de Acoset. “Queremos una reforma laboral, pero no cualquier reforma. Colombia merece una propuesta que equilibre derechos y productividad, que proteja al trabajador sin asfixiar al empleador”.
El gremio reitera que si bien existen falencias estructurales en el actual régimen laboral que deben ser corregidas, estas modificaciones deben ser construidas con racionalidad técnica y con el propósito de aumentar la competitividad, no de frenarla. “Es necesario evaluar los impactos económicos y sociales de cada medida. Cualquier decisión que se tome afectará el presente y futuro de miles de trabajadores colombianos y a los sectores que los emplean”, puntualizó Pérez.
Además, hizo un llamado a la responsabilidad política de los legisladores, recordando que el mundo laboral está en plena transformación a raíz de los avances tecnológicos, la automatización y los nuevos modelos de contratación. Por ello, una reforma laboral moderna debe contemplar estos cambios y no limitarse a una visión tradicional del trabajo.
En ese sentido, Acoset plantea que cualquier ajuste legislativo debe centrarse en la formalización, la mejora de la calidad del empleo, y la creación de un entorno que facilite tanto la productividad empresarial como la estabilidad y el bienestar de los trabajadores.
La entidad propuso que se reabra el espacio de diálogo social con participación activa de los gremios, los sindicatos, los centros académicos y los organismos multilaterales, con el fin de encontrar consensos duraderos y sostenibles.
El contexto del país, con cifras preocupantes de desempleo juvenil y un mercado laboral con alta informalidad, exige —según Acoset— respuestas integrales, no decisiones unilaterales. El temor del gremio es que una reforma mal diseñada pueda llevar a una disminución en los niveles de contratación, especialmente para quienes apenas se insertan en el mercado de trabajo, como mujeres, jóvenes y adultos mayores.
El llamado final de Acoset es a la sensatez, a que se valore la experiencia y conocimiento del sector de servicios temporales, que durante años ha sido una puerta de entrada al empleo formal para cientos de miles de colombianos.
“Este no puede ser un debate cerrado. Debe abrirse a la diversidad de actores que conocen la dinámica del trabajo en Colombia. No hay que tenerle miedo al diálogo ni a la evidencia técnica. El bienestar de los trabajadores y el desarrollo del país así lo requieren”, concluyó Pérez García.
Y.A.