«La Alegría de Vivir: Un Llamado Urgente ante la Ola de Silencios Rotos»

Por: Carmelo Valle Mora.

Ayer, mientras el sol intentaba alumbrar el día, una noticia estremeció a la comunidad de la Universidad de la Costa: un joven, cuyo nombre hoy se repite en susurros cargados de dolor, cayó desde el octavo piso del bloque 11. Su muerte, presuntamente un suicidio, no es un hecho aislado. Es el eco de una crisis que ahoga a nuestra juventud. Entre 2022 y 2024, 193 vidas se apagaron en Barranquilla y el Atlántico; 32 solo en este año. Más de la mitad eran menores de 21 años. (Tomado de informe de Alexander Medina Marenco) ¿Cuántas señales ignoramos? ¿Cuántos gritos silenciosos quedaron en el vacío?

No Es Estadística, Es Humanidad.
Detrás de cada número hay sueños truncados, familias destrozadas y un sistema que sigue fallando. Las llamadas a las líneas de atención revelan un panorama desgarrador: jóvenes lidiando con abuso sexual, violencia intrafamiliar, desesperanza económica y trastornos mentales no atendidos. El secretario de Salud, Luis Carlos Fajardo, lo advirtió: la salud mental no es un lujo, es un derecho. Pero las acciones actuales, aunque valiosas, son insuficientes.

De la Reacción a la Prevención: Soluciones que Exigen Coraje.
No basta con suspender clases o ofrecer condolencias. Urgen estrategias audaces, transversales y sostenibles. Proponemos:

1. Campaña «La Alegría de Vivir».
– Espacios Seguros en Universidades y Colegios: Equipos multidisciplinarios de psicólogos, trabajadores sociales y líderes juveniles disponibles las 24 horas.
– Redes de Pares: Formar a estudiantes como «Guardianes de Esperanza», capacitados en primeros auxilios psicológicos y detección de señales de riesgo.
– Arte y Comunidad: Festivales locales de música, muralismo y poesía donde los jóvenes expresen sus duelos y anhelos. La creatividad como antídoto contra el aislamiento.

2. Políticas Públicas con Enfoque Intergeneracional.
-* Salud Mental en el Currículo Educativo:* Talleres obligatorios sobre manejo emocional, resiliencia y comunicación asertiva desde primaria.
– Centros de Atención Integral: Unidades móviles en barrios vulnerables, con acceso gratuito a terapia, asesoría legal y rutas de empleo juvenil.

3. Tecnología al Servicio de la Vida:
– App «Aquí Estoy»: Plataforma anónima que conecta a jóvenes en crisis con voluntarios entrenados y recursos de emergencia.
– Vigilancia Digital Colaborativa: Algoritmos éticos que identifiquen patrones de alerta en redes sociales, activando respuestas rápidas.

Un Pacto Social por la Esperanza.
La indiferencia nos hace cómplices. Necesitamos que las familias rompan el tabú, que los medios comuniquen con responsabilidad, que las empresas financien programas y que el Estado priorice la salud mental en su agenda. La Universidad de la Costa tiene hoy una herida abierta, pero también la oportunidad de convertirse en epicentro de este cambio.

Aquel joven que perdió la vida ayer merecía más que un minuto de silencio. Merecía un sistema que lo escuchara antes del último suspiro. Honrémoslo transformando el dolor en acción. Porque la alegría de vivir no es una quimera: es un derecho que debemos tejer, juntos, con urgencia y amor.
#LaAlegríaDeVivirEsAhora