
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y otras organizaciones sindicales impulsan un plan de acción unificado que incluye protestas en todo el país, tras el hundimiento de la consulta popular laboral en el Senado.
Las centrales obreras del país se preparan para un nuevo ciclo de movilizaciones sociales. El próximo 19 de mayo, Bogotá será escenario de una cumbre social, política y popular convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y respaldada por diversas organizaciones sindicales, populares y políticas. El objetivo principal: establecer un plan de acción nacional para enfrentar lo que consideran un ataque sistemático contra los derechos laborales y las demandas sociales de los colombianos.
Desde Punta Cana, donde participa en una actividad internacional, el presidente de la CUT, Fabio Arias, explicó que esta cumbre se realizará con el propósito de “hacer todas las consultas entre las diversas dirigencias de los diferentes actores sociales, populares y políticos con sus bases, para determinar un plan de acción que permita convocar a manifestaciones en todo el país”.
La iniciativa surge como respuesta al reciente hundimiento de la consulta popular promovida por sectores progresistas, cuyo contenido buscaba recuperar derechos laborales perdidos en administraciones anteriores. La caída de esta propuesta en el Senado de la República ha sido calificada por la CUT como un acto “fraudulento” y “provocador”, que demuestra el desprecio de una parte del Congreso por las necesidades del pueblo colombiano.
“Las centrales obreras, con otras organizaciones sociales, populares y políticas, estamos preparando una gran cumbre para coordinar y unificar las acciones de protesta que se realizarán en el país”, declaró Arias, quien también denunció el carácter regresivo de las recientes decisiones legislativas.
Durante la cumbre se socializará un plan de acción que contempla manifestaciones callejeras, movilizaciones masivas y otras formas de presión social. Arias fue enfático: “Se unificará un plan de acción que no podrá ser otro distinto a la calle y diferentes niveles de confrontación al Congreso de la República. La oligarquía no puede seguir estando en el Congreso legislando única y exclusivamente para el gran capital financiero y las corporaciones nacionales y extranjeras”.
Esta movilización busca canalizar la creciente indignación popular, expresada en múltiples regiones del país, frente a lo que las centrales consideran una desconexión entre la clase política y las verdaderas necesidades del pueblo. Las centrales obreras CUT y CGT, integrantes del Comando Nacional Unitario, han reiterado su rechazo a la decisión tomada por el Senado de archivar la consulta popular laboral, calificando la medida como una «maniobra espuria».
“Reavivar la reforma laboral es una clara maniobra de la mayoría del Senado para, nuevamente, hundir la consulta, puesto que los tiempos previstos para terminar esta legislatura no permiten su aprobación”, sentenció Arias.
El sindicalista también recordó que el proyecto frustrado contenía elementos clave para recuperar los derechos laborales, entre ellos, garantías para la contratación digna, fortalecimiento de la negociación colectiva, y protección frente a despidos injustificados.
“Consideramos que todas las fuerzas populares, sociales y políticas debemos buscar la mayor articulación y coordinación posible en un plan de acción que logre canalizar la indignación popular que hoy se siente en el país”, expresó Arias al cierre de sus declaraciones.
El anuncio de la cumbre coincide con otros hechos políticos que han intensificado el debate público sobre el rumbo del país. Las recientes declaraciones del exembajador Armando Benedetti, quien denunció una posible tergiversación de sus comunicaciones relacionadas con una huelga general, han encendido aún más los ánimos en medio de un clima social ya tensionado.
Desde diversos sectores, tanto aliados como opositores al gobierno de Gustavo Petro, se percibe que las organizaciones sociales y sindicales están consolidando un bloque de resistencia que podría marcar el segundo semestre del año con protestas masivas, paros y otros mecanismos de presión frente a las decisiones del Congreso.
La CUT también ha sido crítica frente a lo que llama el uso arbitrario del aparato legislativo para bloquear iniciativas que nacen del movimiento social, pero que son archivadas sin mayor debate o con maniobras procedimentales. De allí que la cumbre prevista no solo tenga una dimensión programática, sino también simbólica: mostrar que la movilización popular sigue vigente como herramienta de cambio.
Arias concluyó haciendo un llamado a la unidad de todas las expresiones de base del país: “Esta es una convocatoria a que todos los sectores que defienden los derechos sociales, laborales y democráticos nos unamos para decirle al país que no vamos a permitir más abusos del poder legislativo en contra del pueblo trabajador”.
La cita del 19 de mayo en Bogotá será clave para trazar las estrategias del segundo semestre y posiblemente definir el tono que tendrán las relaciones entre los movimientos sociales y las instituciones del Estado.
Y.A.