Crecimiento económico de Colombia alcanza el 2,7 % en el primer trimestre de 2025, según el Dane

La economía colombiana mostró señales de recuperación con un crecimiento del 2,7 % en el primer trimestre de 2025, impulsada por sectores como el entretenimiento y la agricultura.

El impulso provino de sectores como actividades artísticas, agricultura y comercio, mientras que minería y construcción registraron caídas. La demanda interna creció un 4,6 %.

En medio de un contexto económico regional lleno de desafíos y tensiones internacionales, la economía colombiana mostró señales de recuperación sostenida al registrar un crecimiento económico del 2,7 % en el primer trimestre de 2025, según reveló este miércoles el Departamento Nacional de Estadística (Dane). Esta cifra contrasta de manera notable con el débil desempeño del mismo periodo en 2024, cuando el crecimiento fue de apenas 0,3 %, lo que representa una recuperación significativa en tan solo un año.

El informe del Dane señala que los principales impulsores de este crecimiento fueron las actividades artísticas y de entretenimiento, que se expandieron en un impresionante 15,5 %, seguidas por el sector de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, que tuvo un crecimiento del 7,1 %. También destacaron el comercio, transporte y servicios de comida (3,9 %) y las actividades financieras y de seguros, con un crecimiento del 3,3 %.

Estos resultados sugieren una dinámica de recuperación particularmente fuerte en los sectores de consumo y servicios, vinculados tanto a la reactivación de la vida cultural como al restablecimiento del poder adquisitivo de los hogares. De hecho, el gasto de consumo de los hogares se incrementó un 3,8 % durante los primeros tres meses del año, lo que apunta a una mayor confianza del consumidor y a una mejora en la disponibilidad de ingresos.

El gasto del consumo final del Gobierno también creció, alcanzando un 4,3 %, lo que refleja el papel del sector público como dinamizador de la economía. Por su parte, las exportaciones registraron un aumento del 2,4 %, mientras que las importaciones crecieron un 11,9 %, mostrando una reactivación de la demanda de bienes foráneos, en buena parte vinculada al repunte de la demanda interna, que cerró con una variación positiva del 4,6 %.

Sin embargo, no todos los sectores compartieron el mismo comportamiento positivo. El Dane advirtió que hubo ramas de la economía que registraron retrocesos importantes, entre ellas la explotación de minas y canteras, que cayó un 5 %, seguida por el sector de la construcción con un retroceso del 3,5 %, y el suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado, que disminuyó en un 1,2 %.

Estos descensos llaman la atención, especialmente el del sector minero, que históricamente ha sido una fuente clave de ingresos para el país y un componente significativo de las exportaciones. La caída podría estar asociada a menores precios internacionales de los minerales, dificultades operativas o incluso tensiones regulatorias y ambientales que afectan la continuidad de algunos proyectos extractivos.

En cuanto a la construcción, la baja del 3,5 % refleja una contracción que se ha venido acentuando desde el año pasado, influenciada por la reducción en la inversión pública en infraestructura y la menor demanda por vivienda, especialmente en estratos medios y bajos. Este comportamiento también tiene implicaciones en el empleo, ya que el sector constructor es tradicionalmente intensivo en mano de obra.

El reporte del Dane también destacó que solo en el mes de marzo la economía creció un 4,5 %, lo que representa una recuperación contundente si se compara con la caída del 2 % registrada en el mismo mes de 2024. Esta cifra mensual refuerza la tendencia positiva que se está consolidando durante el primer semestre del año.

Pese a estos avances, el panorama para el resto del año sigue siendo moderadamente cauteloso. Diferentes entidades financieras han emitido proyecciones económicas que ubican el crecimiento de Colombia en un rango entre 2,3 % y 3 % para el total de 2025. De hecho, el Banco de la República, en su más reciente actualización, redujo su expectativa de crecimiento del PIB de 3 % a 2,6 %, citando como razones principales las tensiones comerciales internacionales y las dificultades fiscales que atraviesa el Gobierno Nacional.

Estos factores podrían afectar el ritmo de crecimiento en los próximos trimestres si no se toman decisiones que permitan fortalecer el clima de inversión, mejorar la productividad y garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas.

En conclusión, el crecimiento económico del 2,7 % en el primer trimestre de 2025 representa una señal alentadora para Colombia. El impulso de sectores como actividades artísticas, agricultura, comercio y servicios financieros está compensando parcialmente el mal desempeño de ramas como la minería y la construcción, permitiendo una mejora significativa respecto al año anterior. No obstante, el contexto internacional y las limitaciones internas obligan a una gestión económica prudente y estratégica, que mantenga el rumbo de recuperación sin descuidar la estabilidad estructural del país.

Y.A.