La justicia colombiana dio un paso decisivo en uno de los casos más sonados de los últimos años: el Tribunal Superior de Barranquilla condenó a Dayana Jassir a 57 años y 6 meses de prisión por su responsabilidad en el asesinato del médico guajiro Eduardo Pinto, ocurrido en 2016.
El fallo, emitido por la Sala Penal del Tribunal con ponencia del magistrado Jorge Eliécer Cabrera Jiménez, revoca la sentencia absolutoria emitida en noviembre de 2024 por el Juzgado 12 Penal del Circuito de Barranquilla, que había dejado libre a Jassir al considerar que no había pruebas suficientes para implicarla directamente en el crimen.
Tras un nuevo análisis del caso, el alto tribunal concluyó que Dayana Jassir actuó como autora intelectual del homicidio, y determinó su responsabilidad por los delitos de homicidio agravado, porte ilegal de armas y hurto calificado. Además de la pena de prisión, se le impuso una inhabilidad de 20 años para ejercer funciones públicas y portar armas.
El Tribunal también fue claro en negar cualquier beneficio legal a la condenada. No podrá acceder a prisión domiciliaria ni a suspensión condicional de la pena, debido a la gravedad de los delitos cometidos. Asimismo, se ordenó su captura inmediata para el cumplimiento efectivo de la sentencia en un establecimiento carcelario.
Las autoridades fueron notificadas del fallo y están a cargo de ejecutar la orden de detención. La decisión fue recibida con alivio por la familia de Eduardo Pinto, quienes durante casi una década mantuvieron viva su exigencia de justicia.
Una condena que cierra un capítulo de dolor
Eduardo Pinto, quien en el momento de su asesinato se desempeñaba como director regional de Medicina Legal, fue asesinado en un hecho que causó conmoción no solo en La Guajira, su tierra natal, sino en todo el país. Su familia, amigos y colegas han recordado constantemente su vocación de servicio y su compromiso profesional.
Con esta condena, el sistema judicial colombiano envía un mensaje claro: los crímenes no quedarán en la impunidad, sin importar el tiempo que tome esclarecerlos ni la posición de quienes estén involucrados.