No es capricho, es democracia. Si la #ReformaLaboralYa no fue debatida en la Comisión Séptima, el pueblo debe decidir.
La #ConsultaPopular es una vía legítima para avanzar en derechos y justicia laboral. ¡Colombia merece ser escuchada en las urnas! 🇨🇴🌻 #SíALaConsultaPopular pic.twitter.com/S70YcddvfS
— Antonio Sanguino (@AntonioSanguino) May 13, 2025
Justo cuando el Gobierno ponía sobre la mesa la consulta popular para defender su Reforma Laboral, el Congreso sacó un as bajo la manga: una apelación largamente dormida vuelve a escena, y con ella, la polémica.
Para el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, la jugada no es casual. La calificó como “una maniobra malvada” y “perversa” para entorpecer el avance de la consulta. En su intervención ante el Senado no se guardó nada. “Tuvieron nueve semanas para tramitar esa apelación, y apenas ahora, cuando arranca el debate sobre la consulta, deciden moverla”, dijo.
El regreso inesperado
La historia se remonta a marzo, cuando la Comisión Séptima archivó el proyecto de Reforma Laboral, pero no sin dejar cabos sueltos. Uno de ellos: un recurso de apelación presentado por el senador Fabián Díaz. Nadie lo mencionó durante semanas… hasta hoy.
Y es que, con la consulta ganando terreno como alternativa para resucitar los derechos laborales que el Congreso no quiso tramitar, esta apelación se convierte en un obstáculo perfecto para frenar el proceso. O al menos, para dilatarlo.
Sanguino lo resumió con claridad: “Esta apelación no busca revivir la reforma, sino enterrarla por segunda vez, ahora por falta de tiempo”.
El reloj legislativo juega en contra
El propio ministro del Interior, Armando Benedetti, fue claro al respecto. “Quedan cinco semanas de legislatura. No hay tiempo material para revivir la Reforma y pasarla por comisión, plenaria y todo el trámite”, advirtió.
Por eso, desde el Gobierno apuestan todo a la consulta popular. Quieren que el pueblo hable, que decida si quiere cambios reales en las condiciones laborales. Pero la movida del Congreso podría impedir que esa consulta siquiera llegue a las urnas.
División en los partidos
Mientras tanto, el Partido de la U decidió apoyar la apelación, en un giro que sorprendió incluso dentro de sus propias filas. Algunos de sus senadores, que integran la comisión que estudia el recurso, ya pidieron rechazarlo. Sin embargo, la dirección del partido insiste en darle otra oportunidad a la reforma, argumentando la necesidad de “un debate amplio y democrático”.
Pero el calendario no perdona. “Ni siquiera con sesiones extras alcanzan los tiempos”, dijo Benedetti.
¿Consulta o caos?
En el fondo, el choque es claro: una parte del Congreso quiere volver al tablero con un proyecto que ya fue enterrado, mientras el Gobierno busca pasarle el balón directamente al pueblo.
“El Congreso no quiso legislar sobre un mandato popular. Entonces que el pueblo decida”, sentenció Sanguino.
Así, en lugar de avanzar hacia la solución de fondo, el país presencia otra vez un pulso político que mezcla estrategia, desgaste institucional y una carrera contra el reloj. ¿Ganará el debate o la dilación?









