Nueva sentencia da una oportunidad de libertad condicional a los hermanos Menéndez tras más de tres décadas en prisión

Hermanos Menéndez

El juez Michael Jesic resentenció a Erik y Lyle Menéndez a entre 50 años y cadena perpetua, abriendo la posibilidad de que enfrenten una audiencia de libertad condicional el próximo 13 de junio. La decisión ha reavivado el debate sobre su caso y el presunto abuso que sufrieron por parte de su padre.

En una decisión judicial que podría reescribir uno de los casos criminales más notorios de Estados Unidos, el juez Michael Jesic resentenció este martes a los hermanos Erik y Lyle Menéndez, condenados por el asesinato de sus padres en 1989, abriéndoles por primera vez la puerta a una posible libertad condicional. Esta medida no implica una excarcelación inmediata, pero marca un giro significativo en una historia marcada por el crimen, el abuso y décadas de controversia.

Escena del crimen Caso hermanos Menenez

Durante la audiencia, el juez Jesic afirmó que “se cometió un crimen horrible”, pero también resaltó el comportamiento ejemplar de los hermanos durante sus más de 30 años de encarcelamiento. “No estoy sugiriendo que deban ser liberados hoy, pero un día deberían tener esa oportunidad”, declaró. La Junta Estatal de Libertad Condicional evaluará el caso en una audiencia prevista para el próximo 13 de junio, y la decisión final podría recaer en el gobernador Gavin Newsom, quien tiene la autoridad de aprobar o rechazar la recomendación de la junta.

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El fallo ha generado una nueva ola de atención mediática y división de opiniones. Por un lado, la fiscalía de Los Ángeles, liderada por Nathan Hochman, se ha opuesto rotundamente a la decisión, argumentando que los hermanos han manipulado su historia con “acusaciones inventadas” de abuso sexual y que aún no han asumido completamente su responsabilidad. Sin embargo, durante la audiencia, ambos reconocieron públicamente su culpabilidad.

“Cometí un acto atroz contra dos personas que tenían todo el derecho a vivir, mi mamá y mi papá”, dijo Erik Menéndez desde la prisión, mediante una transmisión remota. “No hay excusa”, agregó, describiendo que ha vivido con “una tristeza aplastante” desde el crimen. Por su parte, Lyle Menéndez calificó su comportamiento como el de alguien “inmaduro y lleno de rabia”, e insistió en que su padre, José Menéndez, lo había sometido a abusos sexuales durante años, lo que motivó los asesinatos.

Hermanos Menendez y sus padres

El testimonio de familiares y allegados también jugó un papel relevante en el cambio de rumbo judicial. Diane Hernández, prima de los hermanos y quien vivió con ellos en Beverly Hills, describió cómo el hogar estaba dominado por el temor hacia su padre. “José Menéndez aterrorizaba la casa”, aseguró, rogando al juez que mostrara “piedad”.

Otros testigos, como el juez retirado Jonathan Colby y el exrecluso Anare Brown, describieron a los hermanos como figuras pacíficas dentro del sistema penitenciario. Ambos han creado programas de ayuda a reclusos, entre ellos, iniciativas de apoyo a presos con discapacidades y proyectos de embellecimiento institucional, que han recaudado más de 250.000 dólares. Sin embargo, la fiscalía también señaló que han cometido infracciones recientes, como el uso indebido de teléfonos celulares en prisión.

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Paralelamente a este proceso, los abogados de los Menéndez han impulsado una solicitud de clemencia ante el gobernador y presentaron un recurso de hábeas corpus con la intención de obtener un nuevo juicio. Su defensa sostiene que cuentan con nuevas pruebas, incluida una carta escrita por Erik en 1988 en la que menciona los presuntos abusos sexuales. Según su argumento, esto confirmaría que actuaron bajo una amenaza emocional constante y no motivados por intereses económicos, como se alegó en su juicio original.

El abogado defensor Mark Geragos calificó la jornada como “trascendental”. “Los hermanos Menéndez han hecho un trabajo extraordinario. Hoy estamos un paso más cerca de traer a los chicos a casa”, afirmó.

A pesar del revuelo, el gobernador Gavin Newsom aún no se ha pronunciado sobre este caso específico. Con antecedentes de haber negado la libertad condicional en procesos polémicos —como el del asesino de Robert Kennedy, Sirhan Sirhan—, su decisión podría tener un impacto político y jurídico de alto perfil. Tiene un plazo de 120 días para aceptar, modificar o rechazar cualquier recomendación que emita la junta tras la audiencia del 13 de junio.

La historia de los hermanos Menéndez, marcada por el parricidio, el trauma y ahora la posible redención, sigue siendo un espejo que refleja los debates más profundos de la sociedad estadounidense sobre justicia, abuso, rehabilitación y castigo.

Y.A.