Benedetti acusó públicamente de manipular los resultados de la votación de la Consulta Popular

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Una fuerte controversia se desató este martes en la Plenaria del Senado de la República luego de que se hundiera la propuesta de consulta popular impulsada por el Gobierno. El Ministro del Interior, Armando Benedetti, protagonizó un tenso altercado con el Secretario General del Senado, Diego González, a quien acusó públicamente de manipular los resultados de la votación.

El incidente ocurrió tras conocerse que la iniciativa obtuvo 47 votos a favor y 49 en contra, lo que significó su rechazo. Benedetti, visiblemente alterado, increpó al secretario González en plena sesión, levantando la voz y gesticulando de manera airada, según fue registrado por varios presentes en el recinto.

De acuerdo con el jefe de la cartera política, durante el conteo final se habrían sumado votos manuales después de cerrada la votación, lo que, según sus palabras, constituye un acto ilícito. “El secretario general del Senado agregó votos por el No una vez se había cerrado la votación. Eso es un delito, señor secretario”, escribió Benedetti en su cuenta de X (antes Twitter).

El ministro no se detuvo allí. En sus declaraciones, también arremetió contra el presidente del Senado, a quien responsabilizó de no garantizar un proceso transparente. “Se hundió la Consulta Popular de forma fraudulenta. El presidente del Senado no dio las garantías para votar, cerró el registro cuando vio que iban ganando. Hoy hicieron trampa”, afirmó.

Benedetti concluyó sus señalamientos con acusaciones directas al senador Iván Cepeda y al propio secretario González, asegurando que ambos incurrieron en faltas éticas, morales y posiblemente penales con el objetivo de entorpecer el trámite de la consulta.

Hasta el momento, ni el presidente del Senado ni el secretario general han respondido públicamente a las acusaciones. Se espera que en las próximas horas se emita un pronunciamiento oficial sobre el desarrollo de la votación y las acusaciones realizadas.

El ambiente en el Congreso sigue caldeado, y el hecho podría escalar en un nuevo capítulo de enfrentamientos políticos entre el Gobierno y la oposición.