León XIV prepara su primer viaje papal con rumbo a Turquía para conmemorar el Concilio de Nicea

El nuevo pontífice confirmó que sigue en pie la visita que Francisco tenía prevista a Turquía, donde buscará reforzar los lazos con la Iglesia Ortodoxa y enviar un mensaje de unidad cristiana en el 1.700 aniversario del histórico concilio.

El papa León XIV confirmó este lunes que su primer viaje internacional como líder de la Iglesia Católica está en marcha: el destino será Turquía, donde planea participar en la conmemoración del 1.700 aniversario del Concilio de Nicea. Así lo aseguró durante una audiencia con periodistas en el aula Pablo VI del Vaticano, en la que se refirió a la visita que su predecesor, Francisco, tenía planeada antes de enfermar.

La noticia, aunque no oficializada por la Santa Sede, venía circulando en los pasillos vaticanos desde antes del cónclave. Francisco había manifestado su deseo de acudir a Nicea, ciudad histórica del antiguo Imperio Romano y hoy parte del territorio turco, para recordar el concilio convocado en el año 325 por el emperador Constantino I. Este evento marcó un hito en la historia cristiana al buscar unificar criterios teológicos en un momento de tensiones doctrinales.

Francisco, además, había invitado al patriarca ecuménico Bartolomé I, cabeza de la Iglesia Ortodoxa, a sumarse a la visita como símbolo de unidad cristiana. León XIV, al confirmar que los preparativos siguen en curso, reafirma ese gesto ecuménico y se presenta como continuador del acercamiento entre católicos y ortodoxos iniciado por sus predecesores.

El vínculo entre ambos credos ha sido uno de los ejes del papado moderno. En 2014, Francisco y Bartolomé I protagonizaron un simbólico encuentro en Jerusalén que conmemoró los 50 años del abrazo entre Pablo VI y Atenágoras I, los primeros líderes en romper siglos de desencuentros.

El próximo viaje de León XIV, previsto para finales de mayo, será por tanto más que una visita diplomática: significará una declaración de principios sobre la necesidad de unidad cristiana, una misión que parece dispuesta a continuar con convicción.

Durante la misma audiencia con los medios, Robert Francis Prevost —nombre de nacimiento del pontífice y primer papa estadounidense de la historia— también se refirió brevemente a su país natal: «No será pronto», dijo al ser consultado sobre un eventual regreso a Estados Unidos.

Sin embargo, uno de los momentos más emotivos de la jornada se vivió cuando el papa recibió a la periodista peruana Paola Ugaz, quien le entregó una chalina de alpaca tejida por mujeres campesinas del Perú y una caja de chocolates. El gesto, además de simbolizar cercanía con América Latina, remite a los vínculos profundos que León XIV mantiene con ese país sudamericano, donde vivió y trabajó por más de 20 años.

«Digan a Perú que pronto va a tener noticias mías«, expresó el pontífice a Ugaz, quien ha liderado junto a Pedro Salinas una valiente investigación periodística sobre los abusos cometidos por la organización Sodalicio de Vida Cristiana, fundada por Luis Fernando Figari. El grupo fue suprimido por el Vaticano tras las revelaciones, con intervención directa de Francisco y, según Ugaz, del propio Prevost.

“Desde el 2018 hasta hoy, somos vapuleados por una organización que ha sido suprimida por el Vaticano. Ha sido una feliz coincidencia que uno de los que nos ayudó, además de Francisco, haya sido elegido como el Papa León XIV”, escribió Ugaz en sus redes sociales tras el encuentro.

En su discurso ante los medios, el papa no evitó los temas difíciles. Hizo un llamado a la libertad de prensa, pidió por la liberación de periodistas encarcelados y defendió el papel de los comunicadores como actores esenciales para la justicia y la democracia. “Animó a seguir adelante en su trabajo”, comentó Ugaz, visiblemente conmovida.

El tono firme y cercano del nuevo papa ha sido uno de los aspectos más destacados desde su elección. Con esta primera salida del Vaticano, León XIV no solo consolida su rol como líder espiritual, sino que también establece prioridades: unidad, verdad, justicia y cercanía a los pueblos que más lo necesitan.

El viaje a Turquía será, sin duda, un momento clave en los primeros pasos del pontificado. Un gesto de apertura hacia otras ramas del cristianismo y un recordatorio de que la historia de la fe también se construye mirando hacia adelante.

Y.A.