La presidenta de Acolgen, Natalia Gutiérrez, cuestiona el proyecto del MinMinas que exige a hidroeléctricas vender el 95% de su energía con contratos a largo plazo, y reitera que el foco debe estar en ampliar la oferta.
En medio del debate por el alza de tarifas y los intentos del Gobierno nacional por intervenir el mercado eléctrico, la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen) salió al paso con un llamado a mantener el enfoque técnico y a priorizar soluciones estructurales. Según la presidenta del gremio, Natalia Gutiérrez, imponer nuevas restricciones contractuales a las hidroeléctricas no será la vía más eficiente para lograr precios más bajos para los usuarios.
La controversia gira en torno al borrador de decreto del Ministerio de Minas y Energía, el cual contempla que al menos el 95% de la energía generada por las hidroeléctricas sea vendida mediante contratos de largo plazo, con el objetivo de reducir la exposición al volátil mercado spot, especialmente para más de doce millones de usuarios de los estratos 1, 2 y 3. Aunque la propuesta busca estabilizar los precios, desde Acolgen se advierte que podría tener efectos no deseados sobre el sistema.
“Hoy el mercado está casi contratado entre un 85% y un 90% en contratos de largo plazo. Hay un mercado de ajuste diario de acuerdo a la demanda, y el distribuidor puede ir a comprar esos excedentes en la bolsa”, explicó Gutiérrez, al destacar que la mayoría de la energía ya se comercializa bajo ese esquema contractual. Para la dirigente gremial, este nuevo requisito es innecesario y puede alterar la operación técnica del sistema.
En ese sentido, subrayó que la función del mercado spot —la bolsa eléctrica— es precisamente mostrar señales de escasez: “Es decir, cuando la bolsa sube es porque estamos prendiendo térmicas, porque tenemos que ahorrar agua, porque se viene un verano”, puntualizó, defendiendo su importancia para el equilibrio del sistema eléctrico.
Desde Acolgen manifestaron que están revisando detalladamente el documento propuesto por el Gobierno, y aunque no comparten el enfoque de intervención directa, están dispuestos a contribuir con análisis técnicos. “Este es un mercado técnico y sofisticado. La conversación debe mantenerse en ese nivel. Muchas veces en las convocatorias a las que se presentan las generadoras, son los distribuidores quienes deciden no contratarse”, indicó Gutiérrez.
La gremialista fue enfática en señalar que la verdadera salida al problema tarifario no se encuentra en restringir la forma como se contrata la energía ya disponible, sino en aumentar la oferta del sistema eléctrico colombiano. “Lo que realmente permitirá bajar los precios de la energía es que entren nuevos proyectos al sistema”, reiteró. Incluso, propuso que se permita a los generadores abrir sus propias convocatorias, como una vía para dinamizar el mercado y mejorar su balance.
Este debate se dará en un escenario clave para el sector: el 17 Congreso Anual de Energía, que se llevará a cabo el próximo 15 de mayo en Bogotá. Según Acolgen, el evento reunirá a expertos nacionales e internacionales, así como a actores clave del gobierno, el Congreso, las empresas y la academia. “Este es un evento de alto impacto que siempre busca entender las dinámicas del sector tanto en Colombia como en el mundo”, afirmó Gutiérrez.
En esta edición, los temas centrales serán el mercado de confiabilidad, los retos para ampliar la capacidad de generación, y las señales de expansión necesarias para garantizar tanto una transición energética como una seguridad energética efectiva. “Ya no estamos hablando solo de transición energética, sino también de seguridad energética”, concluyó la presidenta de Acolgen, aludiendo a los recientes apagones en países como España, que también serán objeto de análisis durante el congreso.
La discusión técnica que plantea el gremio apunta a que las medidas coyunturales y las intervenciones en el mercado no sustituyen la necesidad urgente de acelerar la entrada de nuevos proyectos de generación, con reglas claras y condiciones competitivas. De lo contrario, advierten desde el sector, las tarifas podrían seguir siendo objeto de presión y volatilidad, sin que se resuelva de fondo el problema estructural del sistema energético colombiano.
Y.A.