Con una asistencia multitudinaria que alcanzó los 600.000 visitantes, la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FilBo) cerró este domingo una edición inolvidable, marcada por la creatividad, el diálogo cultural y la construcción de puentes entre naciones a través de las letras.
España, como país invitado de honor, compartió su vasto legado literario y planteó una reflexión profunda sobre el poder de la palabra como herramienta para la paz.
Bajo el lema ‘Una cultura para la paz’, el pabellón español ofreció una experiencia sensorial y simbólica que capturó la atención de miles. Tres espacios, bienvenida, lectura y despedida gastronómica, dieron forma a un recorrido que conectó tradición y modernidad.
Entre más de 15.000 libros, exposiciones audiovisuales y auditorios construidos con lana evocadora de los paisajes ibéricos y andinos, los visitantes se sumergieron en una propuesta que reivindicó las bibliotecas ambulantes y el papel transformador de la literatura en las comunidades más apartadas.
La presencia española se sintió con fuerza en las voces de sus autores más destacados, como Javier Cercas, Rosa Montero, Julia Navarro, Fernando Aramburu y Luis García Montero, entre otros.
Por Colombia, la FilBo fue también una vitrina para las plumas más relevantes del país. Héctor Abad Faciolince, Laura Restrepo, Mario Mendoza, Juan Gabriel Vásquez y Juan Carlos Botero presentaron sus más recientes obras ante un público ávido de historias, ideas y preguntas.
En total, fueron más de 2.300 actividades culturales, 570 expositores y 500 invitados internacionales y nacionales, distribuidos en 60.000 metros cuadrados. La FilBo 2025 no solo confirmó su lugar como el evento literario más importante del país, sino que también sembró una semilla de diálogo y reconciliación desde la literatura.